jueves, 7 de julio de 2011

LA SAGRADA EUCARISTÍA Y SANTA TERESA DE JESÚS

   El nueve de Febrero de 1570, acabando de comulgar, el segundo día de Cuaresma, en San José de Malagón, se me presentó Nuestro Señor Jesucristo en visión imaginaria, como suele, y estando mirándole, vi que en la cabeza, en lugar de la corona de espinas, en toda ella… tenía una corona de gran resplandor.

   Como yo soy devota de este paso, consolé mucho y comencé a pensar qué gran tormento debía ser, pues había hecho tantas heridas, y a darme pena díjome el Señor que no le hubiese lástima por aquellas heridas, sino por las muchas que ahora le daban.

   Y yo le dije que qué podría hacer para remedio de esto, que determinada estaba a todo. Díjome Nuestro Señor que no era ahora tiempo de descansar, sino que me diese prisa a hacer estas casas (conventos), que con almas de ellas tenía Él descanso… que por cosa de mantenimiento corporal no se perdiese la paz interior, que Él nos ayudaría para que nunca faltase”

(Cuenta de Conciencia, Santa Teresa de Jesús)


1 comentario:

  1. CUANTAS FALTAS DE INGRATITUD HEMOS COMETODO CONTRA NUESTRO SEÑOR!...LAS FALTAS DE AMOR, CIERTAMENTE, SON LAS HERIDAS MAS DOLOROSAS EN EL CORAZÓN DE NUESTRO AMDO REDENTOR...Y AUNQUE SABEMOS QUE ÉL SE ENCUENTRA EN FORMA REAL EN LA SAGRADA HOSTIA, QUÉ POCO FERVOR Y CONVICCIÓN HAY EN NOSOTROS CUANDO LE RECIBIMOS TAN INDIGNAMENTE!. MUCHA RAZÓN TENÍA MI PADRE SAN FRANCISCO DE ASÍS, CUANDO PASEABA POR LAS CALLES LLORANDO Y GIMIENDO: "¡EL AMOR NO ES AMADO!"...
    SIGNO DE QUE NUESTRO SEÑOR NOS AMA VERDADERAMENTE, ES QUE CONTINÚA QUEDÁNDOSE CON NOSOTROS, A PESAR DE NUESTRAS FALTAS DE AMOR +

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.