-Su mirada me iluminará-
Lo que más me conviene buscar habitual y continuamente es la mirada amorosa de Dios sobre mí y dentro de mi; fijarme con amor en que mi vida se desenvuelve en Dios, he sido criado para Dios, Dios está en mí, yo estoy en Dios y de Dios recibo mi vida y el deseo de su amor.
Procuraré aislarme de las criaturas y aún de mi trabajo ordinario y disponerme más delicadamente para que Dios pueda fijar complacido sobre mí, su mirada de Padre y de Dios amoroso y yo preste atención a ella, para que la eficacia de la gracia y de la santidad sea mayor en mí.
Su mirada me iluminará y fortalecerá, porque la mirada de Dios siempre pone inundación de luz y de hermosura de cielo en el alma.
Qué hermosas palabras...da gusto saber que aun existen sacerdotes que guarden este amoroso trato con Nuestro Señor...
ResponderEliminarLos que buscan estar sólo con Dios, aislados, se guardan la mejor parte, porque viven unidos a Él sin intervención de creaturas. Nosotros, que estamos en el mundo, podemos transformar nuestro corazón en el claustro en donde podamos vivir solamente con Dios, aún estando en el mundo, interiormente podemos estar centrados y concentrados sólo en Dios, tal y como el monje o monja lo hace. En este claustro secreto (nuestro corazón) debemos ser como el ermitaño que vive elevando sus oraciones, por el mundo y para permanecer unido a su amado Señor…¡cuánto provecho espiritual podemos sacar de esta dulce intimidad!.
Mis humildes oraciones por todos los carmelitas, para que saquen provecho de tan maravillosa herencia que han recibido de sus Santos Padres Fundadores, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, quienes sólo vivieron para volverse prisioneros de Cristo +