martes, 31 de enero de 2012

SAN JUAN BOSCO


San Juan Bosco narra que el día de la fiesta del Ángel de la Guarda, un dos de octubre, recomendó a sus muchachos que en los momentos de peligro invocaran a su Ángel Custodio y que en esa semana dos jóvenes obreros estaban en un andamio altísimo alcanzando materiales y de pronto se partió la tabla y se vinieron abajo. Uno de ellos recordó el consejo oído y exclamó: "Ángel de mi guarda!". Cayeron sin sentido. Fueron a recoger al uno y lo encontraron muerto, y cuando levantaron al segundo, al que había invocado al Ángel Custodio, este recobró el sentido y subió corriendo la escalera del andamio como si nada le hubiera pasado. Preguntado luego exclamó: "Cuando vi que me venía abajo invoqué a mi Ángel de la Guarda y sentí como si me pusieran por debajo una sábana y me bajaran suavecito. Y después ya no recuerdo más". Así lo narra el santo.

domingo, 29 de enero de 2012

NUESTROS PASTORES ( II ) MONS. JOSÉ GUERRA CAMPOS


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"Los católicos que en cargo público, con leyes o actos de gobierno, promueven o facilitan (y en todo caso protegen jurídicamente) la comisión del crimen del aborto, no podrán escapar a la calificación de pecadores públicos. Como tales habrán de ser tratados."
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   Su Excelencia Reverendísima Don José Guerra Campos, nació en La Coruña el13 de septiembre de 1920. Estudió en el Seminario Diocesano de Santiago de Compostela desde 1931 a 1940, con una interrupción durante la Guerra Civil Española, a la que se unió como combatiente en la 108ª División.


   Obtuvo el Bachillerato Eclesiástico en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, como alumno del Pontificio Colegio Español. Más tarde logró el Bachiller en Sagrada Teología en dicha Universidad en 1945. Licenciado y Doctor por la Universidad Pontificia de Salamanca en 1945. Canónigo reliquiario, por oposición, de la Catedral compostelana desde 1951.


   Fue ordenado sacerdote el 15 de octubre de 1944. Entre 1945 y 1964 fue profesor en el Seminario Diocesano de Santiago de Compostela.



   Entre 1945 y 1964 fue Consiliario de los Jóvenes Universitarios de Acción Católica. Es consagrado como Obispo Auxiliar de Madrid-Alcalá en 1964, para más tarde ser designado Obispo de Cuenca en 1973.


   Fue inspirador de la Hermandad Sacerdotal Española, que agrupaba a seis mil sacerdotes que no aceptaron las reformas de el Concilio Vaticano II.


   En 1985, cuando el entonces gobierno socialista promovió la inicua ley del aborto, advirtió públicamente al Rey Juan Carlos de su obligación como Monarca Católico, de no sancionar con su firma la criminal propuesta. Por desgracia, se quedó aislado en su petición; increíblemente, el resto de los Obispos españoles no respaldaron la valiente iniciativa de Mons. Guerra Campos, que estaba dispuesto a excomulgar al Rey.  


   Murió el 15 de Julio de 1997,  rodeado de sus hijos espirituales, aquellos que comprendieron que Mons. Guerra Campos fue un mártir de sus hermanos en el episcopado.


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sábado, 28 de enero de 2012

NUESTRA SEÑORA Y SAN FRANCISCO DE SALES



   Mañana Domingo, la Santa Iglesia renueva la memoria del Gran Doctor San Francisco de Sales; como los Sábados lo dedicamos a honrar de forma especial a Nuestra Señora, quiero traerles aquí algunos textos del Fundador de la Orden de la Visitación referentes a la Virgen Santa.


   “Ella es la Hija del amor incomparable, la única paloma, la Esposa por excelencia, la toda perfecta (Ct. 6,8). Sobre esta Reina celestial yo pronuncio con todo mi corazón este amoroso y verdadero pensamiento: Que, al menos, al fin de su vida mortal, su caridad superaba la de los serafines; porque si muchas son las hijas que han acumulado riquezas, Ella las ha superado a todas (Pr 31,29). Los santos y los ángeles son únicamente comparados con las estrellas, y el primero de todos, a la más hermosa de ellas (1Co 15,41: Is 14, 12). Mas esta es hermosa como la luna, escogida y distinguida entre todos los santos, como el sol entre las estrellas (Ct 6,10)."


   "Y pasando más adelante, creo además que así como la caridad de esta Madre de amor excede en perfección a la de todos los santos del cielo, así la practicó más excelentemente que ellos, aun en esta vida mortal. Ella no pecó jamás venialmente, como entiende la Iglesia[7]; ni tuvo ni dificultad ni estorbo alguno en el progreso de su amor: antes subió de amor en amor en un continuo adelantamiento”.


   “La virginidad de su corazón y su cuerpo fue más digna y más gloriosa que de los ángeles; y así, su espíritu, no dividido ni repartido, como dice San Pablo, estaba todo ocupado en pensar en las cosas divinas y en como agradar a Dios (1 Co 7, 32-34). Y, en fin, el amor maternal, el más solícito, el más activo y el más ardiente de todos, amor infatigable e insaciable”.


   “Verdaderamente esta Mujer es la Madre del Amor hermoso (Si 24,24), Madre la más amable por ser la más amante; la más amante por ser la más amada de su único Hijo, el más amable, el más amante, el más amado Hijo de esta única Madre”.

viernes, 27 de enero de 2012

LA SANTA FAZ DE NUESTRO SEÑOR ( II )

Mostradnos Señor Vuestra Santa Faz
y seremos salvos

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   En la Semana del Buen Cristiano, hoy viernes lo dedicamos al SACRATÍSIMO CORAZÓN DE JESÚS; procuremos asistir a la Santa Misa y ofrezcamos la Sagrada Comunión para desagraviarle por tantos pecados como se cometen contra Él en este Sacramento; en especial , como desagravio por las comuniones en la mano. Contemplemos el Vía Crucis, meditando los dolores cruentos de Nuestro Señor; pensemos en su Preciosa Sangre y aprendamos amar su Santa Faz.

   En referencia a la Santa Faz y para continuar el artículo del viernes pasado, os traigo aquí algunas de las revelaciones que recibió Sor María de San Pedro, Carmelita Descalza de Tours, Francia, que vivió de 1816 a 1848.

   El 11 de octubre de 1845, Nuestro Señor le dio una revelación sobre la importancia de hacer reparación a su Santa Faz.

      “Busco Verónicas para enjugar y venerar mi Divina Faz, la cual tiene pocos adoradores”.

   Le dictó una oración de reparación a la Santa Faz:

“Padre Eterno, te ofrezco la adorable Faz de tu amado Hijo por el honor y la gloria de tu Nombre, para la conversión de los pecadores, para la salvación de los moribundos”.

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   "Nuestro Señor  -dijo Sor María de San Pedro-  me ha prometido imprimir en las almas de los que honraren su Santísimo Rostro, las facciones de su divina semejanza, (21 de Enero de 1847) “ Este Rostro adorable es como el sello de la divinidad que tiene la virtud de reimprimir en las almas que se consagran a EL, la imagen de Dios." (6 de noviembre de 1845)

    “Por mi Santo Rostro, vosotros haréis prodigios”. (27 de octubre de 1845).

    "Vosotros obtendréis por mi Santo Rostro la salud de muchos pecadores. Por esta ofrenda, nada os será rehusado. ¡Si vosotros supieseis cuán agradable es a mi Padre la vista de mi Rostro!” (22 de noviembre de 1846)

  “De la misma manera que en un reino se adquiere cuanto se puede desear con una moneda esculpida en ella la  esfinge del príncipe, así con la piedra preciosa de mi Santa Humanidad, que es mi rostro adorable, vosotros obtendréis en el Reino de los cielos cuanto quisiereis”. (29 de octubre de 1845)

  “Todos los que se aplicaren a honrar mi Santo Rostro, con espíritu de reparación, harán en esto el oficio de la piadosa Verónica”. (27 de octubre de 1845)

  “Según el cuidado que tengáis de reparar mi Rostro desfigurado por los blasfemos, el mismo tendré Yo del vuestro que ha sido desfigurado por el pecado, transformándole en tan hermoso como si acabase de salir de las aguas del Bautismo. (Nuestro Señor a Sor María de San Pedro; 3 de noviembre de 1845)

  “Nuestro Señor me ha prometido -dice todavía Sor Maria de San Pedro- que a todos los que defendieren su causa en esta obra de reparación, por palabras, por oraciones o por escrito, El defenderá también sus causas delante de su Padre; en la muerte, El enjugará la faz de sus almas, limpiando las manchas del pecado y les volverá en primitiva hermosura". (12 de Marzo de 1847)



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miércoles, 25 de enero de 2012

MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA DE SAN JOSÉ


I. San José mereció, por su pureza, el honor de ser elegido por Dios para ser el esposo de su Madre. ¡Qué gloria para ti, oh gran santo, mandar a una esposa omnipotente en el cielo y en la tierra! Imita la pureza, la humildad y la modestia de José, y María se mostrará contigo llena de ternura. Para que llegues a ser un gran santo, haz, siguiendo el ejemplo de San José, todas tus acciones pensando que Dios te ve.


II. Fue el padre nutricio de Jesús, y Jesús le estaba sometido. Admira la humildad del Salvador, que, pudiendo nacer en el palacio de Augusto o de Herodes, prefiere elegirse un padre pobre y desconocido, un padre que debe trabajar con sus manos para procurarle alimento y vestido. A ejemplo de San José, nunca te separes de Jesús: que en todos tus actos sea tu compañero, conversa a menudo con Él. Haz un lugar a Jesús en medio de tus hijos: que tu Señor venga a tu familia, que tu Creador se acerque a su creatura (San Agustín).


III. San José murió en brazos de Jesús y de María. Tú también quieres terminar tu existencia con una muerte dichosa y santa: ten una gran devoción a San José. Nos asegura Santa Teresa que ha obtenido todo lo que ha pedido por los méritos de San José. Pídele esta última gracia que debe coronar tu vida y hacerte comenzar una eternidad de dicha. Con frecuencia durante tu vida, y sobre todo en la hora de tu muerte, pronuncia los tres hermosos nombres de Jesús, María y José.


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Hna. Úrsula, Terciaria Franciscana
Santiago de Chile

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martes, 24 de enero de 2012

OBLIGACIONES PARA CON EL ÁNGEL CUSTODIO



“Pórtate bien en su presencia y escucha su voz; no le seas rebelde, porque él me representa a Mí. Si escuchas atentamente su voz y haces todo lo que yo diga, tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios mis adversarios” 
(Ex 23, 21-22).


Tenemos tres responsabilidades
 para con el Ángel de la Guarda:

1) Ser dóciles a sus inspiraciones.


2) Respetar su presencia portándonos bien para obrar conforme a la voluntad de Dios; quien quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.


3) Encomendarnos a él todos los días con la firme esperanza de que en ellos, Dios nos cuida y vela para no perdernos en la esclavitud del pecado que conduce a la muerte.

Oración a Nuestro Ángel de la Guarda 

Ángel de Dios mi fiel custodio, a cuyos cuidados he sido confiado por la bondad divina,
 ilumíname, guárdame, defiéndeme y gobiérname en este día. 
Amén. 

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Hna. Úrsula, Terciaria Franciscana
Santiago de Chile

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lunes, 23 de enero de 2012

ALMAS DEL PURGATORIO; NUESTRAS OBLIGACIONES PARA CON ELLAS.


   Si queremos salvarnos tenemos que amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. Al rogar por las Almas del Purgatorio cumplimos con la segunda parte de este divino mandamiento.


   Las Almas retenidas en el Purgatorio son mendigos que no pueden valerse por sí mismas; abandonadas, no pueden hacer otra cosa más que pedir socorro con lágrimas y sollozos. Son amadas de Dios y por ello también lo han de ser nosotros.


   El Catecismo Tradicional nos enseña que “la oración por los difuntos es más agradable a los ojos de Dios que la que se ofrece por los vivos, porque aquellos tienen grandísima necesidad de ella y no pueden socorrerse a sí mismos como estos.” El Omnipotente deja en nuestras manos el rescate de las Almas del Purgatorio.


   Escuchemos una vez más la voz de estas Benditas Almas:


“Cuánta crueldad con nosotras; para remediar los males de este mundo os dais mucha prisa, y sin embargo, para aliviar nuestras penas, tanta dilatación. Ayudadnos, por piedad, tened misericordia de nosotras.”


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ORACIÓN POR NUESTROS SERES QUERIDOS

Oh buen Jesús, que durante toda tu vida te compadeciste de los dolores ajenos, mira con misericordia las Almas de nuestros seres queridos que están en el Purgatorio. Oh Jesús, que amaste a los tuyos con gran predilección, escucha la súplica que te hacemos, y por tu misericordia concede a aquellos que Tú te has llevado de nuestro hogar el gozar del eterno descanso en el seno de tu infinito amor. Amén.

Concédeles, Señor, el descanso eterno y que les ilumine tu luz perpetua.

Que las almas de los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz. Amén.

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domingo, 22 de enero de 2012

NUESTROS PASTORES ( I ) FRANCISCO OROZCO Y JIMÉNEZ



   “Agotada su vida por la tarea ingente que realizó en defensa de la Iglesia tapatía, murió santamente, en esta Ciudad de Guadalajara, el gran Arzobispo, Doctor y Maestro, Don Francisco Orozco y Jiménez, el 18 de febrero de 1936.


   Nació en Zamora el 19 de noviembre de 1864. A los nueve años fue enviado a Jacona, al cargo educacional del Padre Antonio Plancarte Labasida (con el tiempo, Abad de la Basílica Nacional de Santa María de Guadalupe), y fue mandado luego a Roma, donde estudió Latín, Filosofía, Letras, Teología, Derecho Canónico y, en 1887, a los 23 años de edad, fue ordenado sacerdote”.


   Tras numerosos cargos desempeñados en la porción zamorana y en el Distrito Federal con ejemplar celo sacerdotal y apostólico, el 15 de agosto de 1902, en la Insigne Basílica de Guadalupe fue consagrado Obispo por el Arzobispo de México, Don Próspero María Alarcón y Sánchez de la Barquera, y se le destinó a la Diócesis de Chiapas, con sede en San Cristóbal Las Casas.


   El Periodista Luis Sandoval Godoy, también Escritor y Cronista, refiere que, si con innegables merecimientos se habla de la vida y la obra de Fray Bartolomé de Las Casas en esa intrincada región en favor de los indios de su tiempo, ciertamente se le adeuda un amplio reconocimiento a la labor de Monseñor Orozco entre 1902 y 1912 en aquellos lugares. Y no únicamente en el primordial campo de la evangelización, el culto, la promoción y formación de las vocaciones consagradas, sino en la ardua tarea social, asistencial y de desarrollo de muy relegadas comunidades, por la vía de la educación, la salud, la construcción de caminos y la introducción de servicios entonces desconocidos allá como la luz, el agua y el drenaje.


   Precisamente por avalar el progreso integral de las etnias asentadas en su jurisdicción, y tomando en cuenta aquellos tiempos de agrias relaciones con el Estado, de manera despectiva, el Gobierno le endilgó el mote de “El Obispo Chamula”. En cambio, la Santa Sede, con el beneplácito del Episcopado Mexicano, lo premió transfiriéndolo como Residencial de la Arquidiócesis de Guadalajara, en reemplazo de su difunto antecesor y paisano michoacano, Mons. José de Jesús Ortiz y Rodríguez.


   No obstante la época azarosa nacional post-revolucionaria, el egregio Prelado hizo triunfal entrada a la Capital de Jalisco el 9 de febrero de 1913… Le aguardaban ardorosas pruebas. Entre las más punzantes: calumnias y descréditos; cinco destierros que le dolieron en el alma por tener qué abandonar a su grey (si bien casi siempre se las ingenió para reingresar a hurtadillas); y, sobre todo, la incomprensión y desacuerdo de algunos de sus hermanos Obispos mexicanos en cuanto a la interpretación y resolución del conflicto cristero.


   Pese a las continuas adversidades de los tiempos aciagos, el Arzobispo Francisco Orozco y Jiménez nunca descuidó la atención y formación de los seminaristas, a muchos de los cuales envió a cursar estudios superiores a España e Italia. A los de aquí, los visitaba y alentaba en domicilios anónimos. Fomentó grandemente la devoción a la Santísima Virgen de Guadalupe y también a la advocación de Nuestra Señora de Zapopan. Al primer Santo mexicano canonizado, Felipe de Jesús, le mandó construir un templo en su sitio de martirio: Nagasaki, Japón, y otro en el Sector Libertad de Guadalajara.


   Un hecho particularmente honorífico e inédito ocurrió el 12 de diciembre de 1933 en Roma. El Papa Pío XI asistió a la Solemne Misa, en la Basílica de San Pedro, acompañado de Cardenales, Arzobispos y Obispos (no había entonces Concelebraciones), que presidía el Arzobispo de Guadalajara en honor de Santa María de Guadalupe, declarada Patrona de América Latina y las Islas Filipinas.


  Durante el Movimiento Cristero, no dejó de recorrer su territorio, escondiéndose de sus enemigos, pero haciéndose presente entre sus fieles y los sacerdotes que habían permanecido con su rebaño. Escribió y difundió numerosas Cartas Pastorales llenas de doctrina y también de valentía. En el campo de la Acción Social, organizó Congresos de Trabajadores para el estudio y aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia. Según lo permitieron las circunstancias, erigió varias decenas de Parroquias.


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sábado, 21 de enero de 2012

ORACIÓN DE LA RESTAURACIÓN


   "Hay momentos, Madre mía, en que mi alma se siente, en lo que tiene de más profundo, tocada por una saudade indecible. Tengo saudades de la época en que yo os amaba, y Vos me amabais, en la atmósfera primaveral de mi vida espiritual. Tengo saudades de Vos, Señora, y del paraíso que ponía en mí la gran comunicación que tenía con Vos.


   ¿No tenéis también Vos, Señora, saudades de ese tiempo? ¿No tenéis saudades de la bondad que había en aquél hijo que fui?


   Venid, pues, ¡oh la mejor de todas las madres!, y por amor a lo que florecía en mí, restauradme: recomponed en mí el amor a Vos, y haced de mí la plena realización de aquel hijo sin mancha que yo habría sido, si no fuese tanta miseria.


   Dadme, ¡oh Madre!, un corazón arrepentido y humillado, y haced brillar nuevamente ante mis ojos aquello que, por el esplendor de vuestra gracia, yo comenzara a amar tanto  y tanto...


   Acordaos, Señora, de este David y de toda la dulzura que en él poníais. Así sea.


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Esta oración para la recitación privada, fue compuesta por el
 Prof. Plinio Correa de Oliveira, Fundador de la TFP 

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viernes, 20 de enero de 2012

LA SANTA FAZ DE NUESTRO SEÑOR ( I )


   Históricamente, el origen de la devoción a la Santa Faz es el culto tributado al Divino Rostro de Nuestro Señor; se remonta al memorable día del Viernes Santo, cuando cargado con la Cruz, Nuestro Señor ascendía a la cima del Gólgota; la piadosa tradición nos ha enseñado que Verónica, al ver pasar a Jesús camino del Calvario se acercó a él pasando entre los soldados y le enjugó el rostro con su velo, en el que quedó su Santa Faz impresa. 

   En la Edad Media hizo que aquella caridad para con Nuestro Señor, pasara a la posteridad como la VI estación del Vía Crucis, en el siglo XIII, y que San Buenaventura escribiera sobre el Rostro de Cristo. 


   En el siglo XII Maillo había testimoniado que ante la Santa Faz que se conservaba dentro de un marco de plata en Roma, ardían día y noche diez lámparas. En 1193 el Papa Celestino III se la hizo venerar al Rey Felipe Augusto de Francia a su paso por la ciudad de Roma.

   Grandes místicas como Santa Gertrudis y Santa Mectildis conocieron y divulgaron tan piadosa vía de santificación.
  
   La tradición de La Verónica inspiró toda una espiritualidad, sobre todo en Francia, de la que su máximo representante fue León Papin Dupont. Este caballero nacido en la isla de la Martinica se encendió en la devoción hacia el Rostro de Cristo tratando con una tornera carmelita Sor María de San Pedro, del Monasterio deTours, gran devota de la Santa Faz y que al parecer tuvo revelaciones privadas al respecto. Dupont, viudo a los 46 años, y habiendo perdido también a su única hija, consagró su vida a la oración y a las obras de misericordia. 

 Tres años después de la muerte de  la monja carmelita, Dupont se consagró al apostolado de la Santa Faz. Erigió un oratorio en su casa donde se veneraba una reproducción de la Santa Faz de Roma. 

   Lo que empezó como una empresa privada, gracias al entusiasmo y a la vida cristiana de piedad y virtud de su promotor, se convirtió en centro de espiritualidad y de reforma de vidas. Multitud de personas visitaban y escribían a la casa de Dupont y él las atendía bajo el cuadro de la Santa Faz hablándoles del amor de Dios y de la necesidad de reparación. 

   Dupont falleció en marzo de 1876; meses después el oratorio particular de Dupont fue elevado al rango de capilla pública. En 1884 se erige en Tours la Cofradía de la Santa Faz. Esta ciudad, con el monasterio de carmelitas en que se santificó Sor María de San Pedro, y la casa de Dupont se convirtió a finales del siglo XIX en la “ciudad santa” del Rostro, afrentado y dolorido del Salvador. Veintidós años después de la muerte de Dupont se iniciaría una nueva era en la devoción a la Santa Faz, fundada sobre el estudio científico de la Sindone y la investigación histórica sobre su origen y recorrido. 

   La Fiesta de la Santa Faz fue instituida por el Venerable Pío XII en 1958, para ser celebrada el martes previo al Miércoles de Ceniza.

lunes, 16 de enero de 2012

LAS ALMAS DEL PURGATORIO: EN NADA TIENEN CONSUELO



   Piensan algunos que al estar estas almas conformes a la Voluntad de Dios, disminuyen sus sufrimientos; pero muy al contrario, al saber que Dios las quiere purificadas y ver que no lo están, su dolor va aumentando.


   Si Dios llamase a las Almas para gozar de Su Divina resencia antes de estar purificadas de sus pecados, ellas suplicarían a Dios que las dejase en esos sufrimientos antes de aparecer manchadas en la Gloria Eterna.


   En este mundo los deseos se reparten en objetivos varios, pero para esas Almas todo su deseo está en ver a Dios y saberse indignas de ello aumenta su dolor.


   Nos dicen las Benditas Ánimas: "Cuántos sufrimientos caen sobre nosotras; el mundo en que estamos nos atormenta con fuego, y del que salimos sólo tenemos olvido. Clamamos y nadie nos escucha. Los familiares nos vuelven la espalda, los amigos no nos hacen caso; qué triste es estar en este olvido." 


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sábado, 14 de enero de 2012

NUESTRA SEÑORA, LLENA LA TIERRA CON SU GLORIA

   "Toda la tierra está llena de su gloria, particularmente entre los cristianos que la han escogido por tutela y patrona de varias naciones, provincias, diócesis y ciudades. ¡Cuántas catedrales no se hallan consagradas a Dios bajo su advocación! ¡No hay iglesia sin un altar en su honor, ni comarca ni religión donde no se dé culto a alguna de sus imágenes milagrosas, donde se cura toda suerte de enfermedades y se obtiene toda clase de bienes! ¡Cuántas cofradías y congregaciones en su honor! ¡Cuántos institutos religiosos colocados bajo su nombre y protección! ¡Cuántos congregantes en las asociaciones piadosas, cuántos religiosos en todas las Ordenes! ¡Todos publican sus alabanzas y proclaman sus misericordias!




   No hay siquiera un pequeñuelo que, al balbucir el Avemaría, no la alabe. Ni apenas un pecador que, aunque obstinado, no conserve alguna chispa de confianza en Ella. Ni siquiera un solo demonio en el infierno que, temiéndola, no la respete."


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San Luis Mª. Grignión de Montfort
"Tratado de la Verdadera Devoción"

viernes, 13 de enero de 2012

CORAZÓN DE JESÚS, TESORO DE CARIDAD




San Buenaventura
Obispo Franciscano (1221-1274)

   "El Corazón del Señor fue atravesado con la lanza para que por la llaga visible reconociésemos el amor invisible. La herida del Corazón muestra la herida del alma.

   Penetremos, finalmente, en el Corazón humildísimo del excelso Jesús. La puerta es el Costado abierto por la lanza. Aquí está escondido el tesoro inefable y deseable de la caridad; aquí se encuentra la devoción, se obtiene la gracia de lágrimas, apréndase la mansedumbre y la paciencia en las adversidades, la compasión para con los afligidos y, sobre todo, aquí logramos que nuestro corazón se torne corazón contrito y humillado".

Oración

      ¡Oh Corazón dolorosísimo de Jesús, que para ablandar nuestra dureza y hacer más patente el amor con que padecisteis tantos dolores y penas para salvarnos, los quisisteis representar en la Cruz, corona de espinas y herida de la lanza, con que os manifestasteis paciente y amante al mismo tiempo! Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, correspondiendo agradecido a vuestro amor, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén. 

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Hermana Úrsula, Terciaria Franciscana
Santiago de Chile

jueves, 12 de enero de 2012

ELLOS TIENEN LOS TEMPLOS, NOSOTROS LA FE

Iglesia Parroquial de San Fernando, en Maspalomas, 
isla de Gran Canaria.

Cuesta entenderlo, pero esto es un Sagrario, donde Nuestro Señor 
está presente, con Su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.

La capilla del Santísimo, al fondo y a la izquierda de la iglesia.

Una vista de la iglesia

Hojas que promocionan la sacrílega comunión en la mano; 
había no menos de 50 copias... y digo había, porque me las llevé todas.

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    Las fotos las tomé yo mismo, con mi teléfono, ayer, cuando me dirigí a la Iglesia Parroquial de San Fernando, en el sur de la Isla de Gran Canaria. Me encontré con un funeral, por lo que decidí esperar a que acabase.


   Por más que buscaba el Sagrario, no lo encontraba..."por las calles y las plazas busqué al que ama mi alma" (Cantar de los Cantares, 3, 2). Por fin encuentro lo que creo que puede ser el Tabernáculo...pero, ¿es eso?. 


   Veo una vela eléctrica, a modo de lamparilla y entiendo que sí, que tristemente el Señor está metido en esa especie de caja de caudales. El alma de me cae de pena. 


   ¿Pero cómo, Señor... tu Cuerpo Bendito, Tu Sangre Redentora, Tu Alma y Divinidad...ahí, en ese cubo metálico?. No lo entiendo, ni puedo, ni quiero entender.


   Yo te pido perdón Señor, por tantas veces como mi corazón ha estado tan frío como ese sagrario; por tantísimas veces como te he recibido y te he colocado al fondo, casi oculto, como en esta iglesia. 


   Ya no mires más mi falta de sensibilidad cuando te recibo con ligereza, como pretenden aquellos que hacen propaganda de la horrenda comunión en la mano. 


   No sé si llorar o marcharme, pero el dolor de verte así, me supera; ¡cuánta ingratitud! ¡cuántos derroches y caprichos nos permitimos  -yo el primero-  y en cambio Tú... en una simple caja, sin adornos, sin la dignidad que merece todo un Dios que se ha quedado prisionero, noche y día por conseguir mi amor.


   Perdón, Señor, perdón...


Esta sencilla estampa se puede imprimir, doblar y plastificar;
sería bueno llevarla con nosotros cuando hagamos la
visita a Jesús Sacramentado.



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miércoles, 11 de enero de 2012

SAN JOSÉ, ESPOSO DE NUESTRA SEÑORA, PROTECTOR DE LA IGLESIA

   
   "Para que Dios sea más favorable a nuestras oraciones, y para que Él venga con misericordia y prontitud en auxilio de Su Iglesia, Nos juzgamos de profunda utilidad para el pueblo cristiano, invocar continuamente con gran piedad y confianza, junto con la Virgen-Madre de Dios, su casta Esposa, a San José; y tenemos plena seguridad de que esto será del mayor agrado de la Virgen misma. 

   Las razones por las que el bienaventurado San José debe ser considerado especial Patrono de la Iglesia, y por las que a su vez, la Iglesia espera muchísimo de su tutela y patrocinio, nacen principalmente del hecho de que él es el Esposo de María y padre putativo de Jesús. De estas fuentes ha manado su dignidad, su santidad, su gloria. Es cierto que la dignidad de Madre de Dios llega tan alto que nada puede existir más sublime; mas, porque entre la beatísima Virgen y San José se estrechó un lazo conyugal, no hay duda de que a aquella altísima dignidad, por la que la Madre de Dios supera con mucho a todas las criaturas, él se acercó más que ningún otro. Ya que el matrimonio es el máximo consorcio y amistad —al que de por sí va unida la comunión de bienes— se sigue que, si Dios ha dado a San José como esposo a la Virgen, se lo ha dado no sólo como compañero de vida, testigo de la virginidad y tutor de la honestidad, sino también para que participase, por medio del pacto conyugal, en la excelsa grandeza de ella."

QUAMQUAM PLURIES
Sobre la devoción a san José
Carta encíclica del Papa León XIII, promulgada el 15 de agosto, de 1889. 


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Acordaos Josefino

Acordaos, oh Castísimo Esposo de la Virgen María, dulce protector mío San José, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han invocado vuestra protección e implorado vuestro auxilio, haya quedado sin consuelo. Animado con esta confianza, vengo a vuestra presencia y me recomiendo fervorosamente a vuestra bondad. No desatendáis mis súplicas, oh Padre adoptivo del Redentor, antes bien acogedlas propicio y dignaos socorrerme con piedad. Amén.


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martes, 10 de enero de 2012

VALIOSOS CONSEJEROS CELESTIALES



   Los Ángeles de la Guarda son nuestros consejeros, inspirándonos santos deseos y buenos propósitos. Evidentemente, lo hacen en el interior de nuestras almas, si bien que, como vimos, hayan existido almas santas que merecieron de ellos recibir visiblemente celestiales consejos.


   Cuando Santa Juana De Arco, aún niña, guardaba su rebaño, oyó una voz que la llamaba: "Jeanne! Jeanne!" ¿Quien podría ser, en aquél lugar tan yermo? Ella se vio entonces envuelta en una luz brillantísima, en el medio de la cual estaba un Ángel de trazos nobles y apacibles, rodeado de otros seres angélicos que miraban a la niña con complacencia. "Jeanne", le dice al Ángel, "sé buena y piadosa, ama a Dios y visita frecuentemente sus santuarios". Y desapareció. Juana, inflamada de amor de Dios, hizo entonces el voto de virginidad perpetua. El Ángel se le apareció otras veces para aconsejarla, y cuando la dejaba, ella quedaba tan triste que lloraba.


   El desvelo de nuestro Ángel de la Guarda para con nosotros está bien expresado por el Profeta David en el Salmo 90: "El mal no vendrá sobre ti, y el flagelo no se aproximará a tu tienda. Porque mandó [Dios] a sus Ángeles en tu favor, para que te guarden en todos tus caminos. Ellos te elevarán en sus manos, para que tu pié no tropiece con alguna piedra" (Sal 90, 10-12).


Oración 


Oh invencible Protector!, asistidme a fin de corresponder dignamente a vuestro amor y a vuestros beneficios, y para trabajar con todas las fuerzas en promover vuestro culto y vuestra devoción.


Igualmente os pido que, por intercesión de María, me alcancéis de Dios un celo fervoroso para la práctica del bien y una fervorosa devoción angélica, que sean mi propia santificación y la del prójimo. 


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Hna. Úrsula
de la Tercera Orden de San Francisco
Santiago de Chile

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lunes, 9 de enero de 2012

EL PURGATORIO: LUGAR DE LAS PENAS


   Siguiendo nuestro habitual esquema de piedad, basado en la Semana del Buen Cristiano, hoy lunes procuremos meditar en los sufrimientos de nuestras hermanas y amigas las Almas del Purgatorio. Aunque salvas, necesitan de nuestras oraciones, sacrificios y limosnas. Pero, ¿qué mejor caridad para con ellas que asistir con devoción al Santo Sacrificio de la Misa, ofreciendo el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor por su alivio y liberación?.

   Si la Misericordia del Señor tiene a bien salvarnos el día de nuestra muerte, seguramente no iremos al Paraíso sin haber pagado en el Purgatorio la pena merecida por nuestros pecados... una vez allí, ¿nos gustaría que nuestros familiares y amigos se olvidasen de nosotros?.

   ¿Qué haces tú -que esto lees, no por casualidad- por aquellos que amaste y que ya murieron?

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   La Santa Iglesia nunca señaló el lugar del Purgatorio. Unos dicen que las Almas purgan sus pecados donde los cometieron; otros, que padecen en el mismo infierno; en el mismo cadáver de su cuerpo; en el centro de la tierra; lo que sabemos de cierto es que sufren tormentos horrorosos.


   Dios pone a las almas en estos tormentos no para aniquilarlas, sino para que se purifiquen y puedan luego ser trasladadas a las mansiones eternas del Cielo.


   Escuchemos a las Almas del Purgatorio: “Terrible es este lugar donde nos puso la Justicia de Dios y donde nos hace permanecer el olvido de nuestros familiares, que no se dignan mandarnos una súplica para que la Misericordia de Dios se apiade de nosotras.”

domingo, 8 de enero de 2012

LA SAGRADA FAMILIA

Primer Domingo después de Epifanía
La Sagrada Familia de Jesús, María y José


   Aprovecho para recordar que en el Calendario Tradicional los Domingos que siguen a la Epifanía y previos a Septuagésima reciben esta denominación: Domingo primero, segundo…sexto después de Epifanía que es el equivalente a los primeros Domingos ordinarios del Novus Ordo. Mientras que para la segunda parte de este tiempo ordinario posterior al tiempo pascual, nosotros denominaremos Domingos después de Pentecostés.

   Dicho esto, vemos que el Primer Domingo después de Epifanía ha sido suplantado por la fiesta de la Sagrada Familia que en el calendario del Novus Ordo, pasó al Domingo dentro de la octava de Navidad o en su defecto el 30 de Diciembre. Esta fiesta no es tan antigua, pues fue el Papa León XIII quien en 1893 la concedió para ciertas diócesis y finalmente en 1921 el Papa Benedicto XV la extendió a la Iglesia Universal, y busca la Iglesia con esta fiesta casi al final de la contemplación de los misterios alrededor del Nacimiento del Señor y los comienzos de su Vida Pública, que oficialmente cerraremos el próximo viernes 13 con la conmemoración del Bautismo del Señor, recordar todos los años este gran modelo en el que nunca han dejado de inspirarse las familias cristianas, ya que Jesús, María y José, en la humilde casa de Nazareth, son ejemplo de la santidad más grande en medio de las condiciones de vida más sencillas.

   Comienza el Introito de la Misa de este día con las bellas palabras del libro de los Probervios (23, 24-25): Exsúltat gáudio Pater Justi, gáudeat Pater tuus et Mater tua, et exsúltet quae genuit te. (Salte de júbilo el Padre del Justo, alégrense tu padre y tu madre, y regocíjese la que te dio a luz). Y lo corona bellísimamente con las palabras del Salmo 83, 2-3: Quam dilécta tabernácula tua, Dómine virtútum! Concupíscit et déficit ánima mea in átria Dómini (¡Cuán deseables son tus moradas, Dios de los ejércitos! Suspira y desfallece mi alma por morar en los atrios del Señor.)

   La Epístola de san Pablo a los Colosenses 3, 12-17 busca recordarnos que la atmosfera de una vida profundamente cristiana especialmente en el ámbito familiar se debe componer de bondad, caridad, comprensión mutua, oración, acción de gracias y alegría en el Espíritu Santo.

   El verso del Aleluya, tomado del profeta Isaías 45,15: Verdaderamente eres un Dios escondido, el Dios de Israel, el Salvador; sirve muy propicio de antesala a la lectura del Evangelio de San Lucas 2, 42-52 que nos narra el pasaje de la subida a Jerusalén de la Sagrada Familia cuando Jesús tenía 12 años en que sobresale el hecho que Jesús consciente y fiel cumplidor de la misión que le había encomendado su Padre, no deja de someterse humildemente a Nuestra Señora la Virgen María y San José.

   Dice el Gradual de la Misa: “Una sola cosa pido al Señor y deseo ardientemente: morar en la casa del Señor todos los días de mi vida" (Salmo 26,4). Quiera Dios concedernos este deseo; pero ¿cómo? Pues se me ocurre que podríamos hacer todo lo que esté de nuestra parte para que en nuestro hogar se vivan todos estos sentimientos que la liturgia ha presentado como ideal de vida cristiana, de los que nos sirven de ejemplo los Miembros de la Sagrada Familia, de ese modo nuestras casas, también con todo derecho podrían llamarse Casa del Señor y podríamos con toda confianza repetir: Felices Señor, los que habitan en tu casa; por los siglos de los siglos te alabarán” (Salmo 83,5).

   Pidamos estas gracias con las palabras de la colecta de la Misa:

   "Señor nuestro Jesucristo, que sujeto a María y a José, consagraste la vida de familia con inefables virtudes; haz, que, con el auxilio de ambos, nos instruyamos con los ejemplos de tu Sagrada Familia y alcancemos tu eterna compañía. Tú que vives y reinas con Dios Padre, en Unidad del Espíritu Santo y eres Dios por todos los siglos de los siglos. Amen."

Feliz domingo y fiesta de la Sagrada Familia.

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Rafael Enrique Morán Pineda
Terciario FSSPX.

sábado, 7 de enero de 2012

NUESTRA SEÑORA, LA MÁS EXCELSA CRIATURA

   
   Todos los días, de uno a otro confín de la tierra, en lo más alto de los cielos y en lo más profundo de los abismos, todo pregona, todo predica a la admirable Virgen María.


   Los nueve coros de los ángeles, los hombres de toda edad, sexo, condición y religión , buenos y malos, hasta los mismos demonios, de buen grado o por la fuerza de la verdad, se ven obligados a llamarla Bienaventurada.


   “Todos los ángeles en los cielos -dice el Salterio de Nuestra Señora- la proclaman incesantemente: Santa, Santa, Santa María, Virgen y Madre de Dios”, y millones y millones de veces todos los días le ofrecen la salutación angélica: Ave María; y prosternados ante Ella, le suplican por gracia los honre con alguno de sus mandatos.


   San Miguel con ser el Príncipe de toda la familia celestial, es el más celoso en rendirle, y procurar que los demás le rindan, todo género de honores, siempre esperando sus órdenes para acudir en socorro de alguno de sus servidores.

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San Luis Mª. Grignión de Montfort.
"Tratado de la Verdadera Devoción"

jueves, 5 de enero de 2012

LA SAGRADA EUCARISTÍA, ANTESALA DEL CIELO



   Decía la Hermana Teresa de San Juan de la Cruz (1852-1906) Carmelita en Sevilla, “que cuando muriera no la llevaran al Cielo, sino que la dejaran en el Sagrario hasta el juicio final, no queriendo otra gloria mientras hubiera mundo”. Petición de un momento de grande afecto hecha por un temperamento andaluz. No pienso yo así, ni lo quiero, ni lo pensaban los Santos.


   Cierto que Jesús se quedó en el altar para ser compañero de los hombres y ser su vida. El alma de amor enamorado le acompaña continuamente.


   Pero es también cierto que el amor desea ver a quien ama y cuanto es más enamorado el amor, más desea ver muy pronto, poseer y tener la presencia del Amado y del enamorado, que no admite tardanzas.


   Los Santos deseaban vehemente el Cielo: ver a Dios. San Juan de la Cruz puede presentarse como modelo de todos , cuando expresaba este amor y esta ansia del ver ya y poseer al Amado. Así decía:


      “Mira que la dolencia
        de amor ya no se cura
        sino con la presencia y la figura.”


   Y Santa Teresa de Jesús le incitaba al Señor a que la llevara ya con Él a su presencia para verle, diciendo en amoroso desafío:


      “Si el amor que me tenéis
        Dios mío, es como el os tengo,
        decidme ¿en que me detengo
        o Vos, en que os detenéis?


   Y los dos Santos hicieron la paráfrasis de la poesía “Muero porque no muero”. Goza el alma y gozo yo, en mirar dentro de mí a Jesús real y verdadero Dios y Hombre, divinidad y humanidad en la Divina Eucaristía y decirle:


    “En mi pecho florido,
     que entero para Él se guardaba,
      allí quedo dormido 
      y yo le regalaba
      y el ventalle de cedros aire daba”.


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 (Padre Valentín de San José, Carmelita Descalzo, “La Divina Eucaristía“)

SAN JOSÉ, BROCHE DEL ANTIGUO TESTAMENTO


Sermón II, sobre San José (Opera omnia 7,16,27-30)
De San Bernardino de Siena

   La norma general que regula la concesión de gracias singulares a una criatura racional determinada es la de que, cuando la gracia divina elige a alguien para un oficio singular o para ponerle en un estado preferente, le concede todos aquellos carismas que son necesarios para el ministerio que dicha persona ha de desempeñar.


   Esta norma se ha verificado de un modo excelente en san José, que hizo las veces de padre de nuestro Señor Jesucristo y que fue verdadero esposo de la Reina del universo y Señora de los ángeles. José fue elegido por el eterno Padre como protector y custodio fiel de sus principales tesoros, esto es, de su Hijo y de su Esposa, y cumplió su oficio con insobornable fidelidad. Por eso le dice el Señor: Eres un empleado fiel y cumplidor; pasa al banquete de tu Señor.


   Si relacionamos a José con la Iglesia Universal de Cristo, ¿no es este el hombre privilegiado y providencial, por medio del cual la entrada de Cristo en el mundo se desarrolló de una manera ordenada y sin escándalos? Si es verdad que la Iglesia entera es deudora a la Virgen Madre por cuyo medio recibió a Cristo, después de María es san José a quien debe un agradecimiento y una veneración singular.


   José viene a ser el broche del antiguo Testamento, broche en el que fructifica la promesa hecha a los patriarcas y los profetas. Sólo él poseyó de una manera corporal lo que para ellos había sido mera promesa.


   No cabe duda de que Cristo no sólo no se ha desdicho de la familiaridad y respeto que tuvo con él durante su vida mortal como si fuera su padre, sino que la habrá completado y perfeccionado en el cielo.


   Por eso, también con razón, se dice más adelante: Pasa al banquete de tu Señor. Aun cuando el gozo santificado por este banquete es el que entra en el corazón del hombre, el Señor prefirió decir: Pasa al banquete, a fin de insinuar místicamente que dicho gozo no es puramente interior, sino que circunda y absorbe por doquier al bienaventurado, como sumergiéndole en el abismo infinito de Dios.


   Acuérdate de nosotros, bienaventurado José, e intercede con tu oración ante aquel que pasaba por hijo tuyo; intercede también por nosotros ante la Virgen, tu esposa, madre de aquel que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

* * * * * * * 

R/. El Señor me hizo ministro del rey y señor de su casa. Me exaltó para dar vida a un pueblo numeroso.


V/. El Señor es mi fuerza y mi escudo: él es mi salvación.

R/. Me exaltó para dar vida a un pueblo numeroso. — con Juan Diego Ortega y 27 personas más.

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Hna. Úrsula, Terciaria Franciscana
Santiago de Chile

martes, 3 de enero de 2012

EL ÁNGEL DEFENSOR

   El Ángel Custodio es también nuestro defensor, que nunca nos abandona, y nos protege de todo poder del maligno. ¡Cuántas veces nos habrá librado de peligros del alma y del cuerpo! ¡De cuántas tentaciones nos habrá salvado! Por eso, debemos invocarlo en los momentos difíciles y ser agradecidos con él.


   Cuenta la tradición que, cuando el Papa San León Magno salió de Roma a dialogar con Atila, el rey de los unos, que en el siglo V quería tomar y saquear la ciudad, se apareció un ángel gigante detrás del Papa. Atila, aterrorizado ante su presencia, mandó a sus tropas retirarse del lugar. ¿Era el ángel custodio del Papa? Lo cierto es que Roma se salvó milagrosamente de una terrible tragedia.


  Cuenta Corrie ten Boom en su libro “Marching Orders for the End battle” que, a mediados del siglo XX en el actual Zaire, durante la guerra civil, unos rebeldes quisieron tomar una escuela dirigida por misioneros y matarlos a todos con los niños que allí se encontraban, pero nunca consiguieron entrar en la misión. Uno de los rebeldes explicó más tarde: “Veíamos centenares de soldados vestidos de blanco y tuvimos que desistir”. Los ángeles salvaron a los niños y a los misioneros de una muerte segura.


   A tu Ángel Custodio...¿Lo invocas con frecuencia?


Oración


   ¡Oh Intercesor eficaz cerca de Dios!, alcanzadme la gracia de seguir prontamente vuestras santas inspiraciones y de conformar, en todo y para siempre, mi voluntad a la de Dios.


   Os pido que, por la intercesión de Nuestra Señora, me alcancéis de Dios una obediencia absoluta a todos mis superiores, la cual me santifique por el cumplimiento de la voluntad divina en ella manifestada.

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Hermana Úrsula, 
Terciaria Franciscana
Santigo de Chile