jueves, 28 de junio de 2012

LA SAGRADA EUCARISTÍA, RECONOCIDA POR UNA ENDEMONIADA


Una endemoniada hablando de Dios a un judío 


   "Tengamos fe, pero fe viva, y confesaremos que son innumerables las maravillosas excelencias contenidas en este adorable Sacrificio (la Santa Misa). Entonces no nos asombraremos viendo renovarse a cada instante, y en mil y mil lugares diversos el prodigio de la multiplicación de la Humanidad Sacratísima del Salvador, por la cual goza de una especie de inmensidad no concedida a ningún otro cuerpo, y reservada a ella sola en recompensa de una vida inmolada al Altísimo. 


   Esto es lo que el demonio, hablando por boca de una obsesa o endemoniada, hizo comprender a un judío incrédulo, valiéndose de una comparación material y ordinaria. Encontrábase este judío en una plaza pública con otras muchas personas entre las cuales estaba la obsesa, cuando vio pasar un sacerdote que, seguido de una numerosa comitiva, llevaba a un enfermo el Sagrado Viático. Todos se arrodillaron al instante para adorar al Santísimo Sacramento; pero el judío permaneció inmóvil y no dio la menor señal de respeto.




    Apercibióse de ello la obsesa, se levantó con ira, y dando al judío un fuerte bofetón, le quitó con violencia su sombrero. "Desgraciado, le dice ¿por qué no rindes homenaje al verdadero Dios, que está presente en este Divino Sacramento?¿Qué verdadero Dios? replicó el judío; si así fuese, pudiera decirse que había muchos dioses, puesto que cuando se celebra la Misa hay uno en cada altar". Al oír estas palabras tomó la obsesa una criba, y poniéndola enfrente del sol, le dijo al judío que mirase los rayos que pasaban por medio de los agujeros, y enseguida añadió: "Dime, judío, ¿son muchos los soles que atraviesan esta criba, o no hay más que uno?" 


   El judío contestó que sólo había uno, no obstante la multiplicación de rayos. "¿Por qué te asombras, pues, repuso la obsesa, de que un Dios hecho hombre, aunque uno, indivisible e inmutable, se ponga por un exceso de amor, real y verdaderamente presente bajo los velos del Sacramento y sobre muchos altares a la vez?" Esta reflexión fue bastante para confundir la perfidia del judío, que se vio obligado a confesar la verdad de la fe".

El Tesoro escondido de la Santa Misa
San Leonardo de Porto-Mauricio

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miércoles, 27 de junio de 2012

NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO

   Santísima y siempre Pura Virgen María, Madre de Jesucristo, Reina del Mundo y Señora de todo lo creado; que a ninguno abandonáis, a ninguno despreciáis ni dejáis desconsolado a quien recurre a Vos con corazón humilde y puro. 




   No me desechéis por mis gravísimos e innumerables pecados, no me abandonéis por mis muchas iniquidades, ni por la dureza e inmundicia de mi corazón me privéis de vuestra gracia y de vuestro amor, pues soy vuestro hijo. 


   Escuchad a este pecador que confía en vuestra misericordia y piedad: socorredme, Piadosísima Madre del Perpetuo Socorro, de vuestro querido Hijo, Omnipotente Dios y Señor Nuestro Jesucristo, la indulgencia y la remisión de todos mis pecados y la gracia de vuestro amor y temor, la salud y la castidad y el verme libre de todos los peligros de alma y cuerpo. 


   En los últimos momentos de mi vida, sed mi piadosa auxiliadora y librad mi alma de las eternas penas y de todo mal, así como las almas de mis padres, familiares, amigos y bienhechores, y las de todos los fieles vivos y difuntos, con el auxilio de Aquel que por espacio de nueve meses llevasteis en vuestro purísimo seno y con vuestras manos reclinasteis en el pesebre, vuestro Hijo y Señor Nuestro Jesucristo, que es bendito por los siglos de los siglos. Amén.



SAN PELAYO DE CÓRDOBA, MÁRTIR DE LA PUREZA


   San Pelayo era sobrino del Obispo de Tuy, llamado Hermigio; ambos estuvieron con el rey Ordoño II de León en la Batalla de Valdejunquera, en 920, aliado con el rey de Navarra Sancho Garcés.




   En la batalla, Abderramán les infligió una abrumadora derrota a las huestes cristianas, capturando numerosos prisioneros, los cuales fueron llevados a Córdoba. Entre ellos estaban Hermigio y su sobrino Pelayo,  de apenas 9 años de edad.


   Después de un tiempo de estar en cautiverio, Hermigio, en su calidad de Obispo, negoció que lo liberaran para ir a reunir el monto del rescate que pedía el emir de Córdoba por su libertad; y como rehén quedó su pequeño sobrino. Pero el tío nunca regresó.


   San Pelayo pasó en Córdoba los siguientes cuatro años; el niño se fue convirtiendo en un joven inteligente y despierto que no dejaba de hablar de Jesús ni de promover las bondades del cristianismo. Esto fue lo que llamó la atención de las autoridades.


   Un fatídico 26 de Junio de 925, cuando contaba apenas con trece o catorce años de edad, San Pelayo fue conducido sorpresivamente ante Abderramán III, a quien le llegaron rumores de su devoción.


   El monarca tuvo la idea de hacerlo renegar del cristianismo, pero las convicciones de San Pelayo eran demasiado firmes. Se dice que Abderramán le solicitó favores sexuales, a lo cual el muchacho se habría negado.


   San Pelayo fue sometido entonces a un martirio de desmembramiento por medio de enormes pinzas de hierro al rojo vivo que lo prensaban de varias partes del cuerpo.


   Después de su muerte, el culto de San Pelayo se extendió con rapidez por toda la España cristiana. Reliquias suyas llegaron en 967 a León y en 985 a Oviedo.

lunes, 25 de junio de 2012

JESUCRISTO PAN DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO


   Las Almas en el Purgatorio tienen la voluntad, los deseos, en concordancia con la Voluntad de Dios, quien arroja sobre ellos Su bondad, y ellos, hasta donde pueden, son felices y se limpian de todos sus pecados. 


   En cuanto a la culpa, estas Almas llegan a estar limpias como lo estaban cuando Dios las creó. Dios perdona sus culpas inmediatamente al dejar este mundo si ha habido confesión de los pecados y arrepentimiento o voluntad de no cometerlos más. 




   Solo las manchas que han dejado los pecados es lo que deberá limpiarse mediante el fuego. Y una vez limpias de toda culpa y unidas ala voluntad de Dios, ellas ven con claridad el grado en el cual Él se les revela y ven cuán importante es disfrutarlo a Él, y que estas Almas han sido creadas para este fin.


   Además, son llevadas a unirse con Dios y movidas hacia Él en tal sabiduría, con Su natural instinto hacia las Almas funcionando en ellas, que ni argumentos ni figuras ni ejemplos podrían hacerlo claro cuando la mente conoce esto por medio de su sentimiento interno y lo comprende. Deseo, no obstante, hacer una comparación que viene a mi mente.


   Una comparación para mostrar con qué empuje y qué amor las Almas en el Purgatorio desean disfrutar a Dios.Si en todo el mundo no hubiera más que un pedazo de pan para saciar el hambre de todas las criaturas, y si ellas se vieran satisfechas sólo por verlo; entonces el hombre, si fuera saludable con instinto para comer, si ni comiera ni enfermara ni muriera, su hambre crecería incesantemente porque su instinto de comer no disminuiría.


   Sabiendo que sólo había ese pedazo de pan para satisfacerlo, y que aún estará hambriento, él caerá en un insoportable dolor. Tanto más si se acercara al pan y no pudiera verlo, su anhelo se reforzaría, su instinto se fijaría en ese deseo completamente. Si él estuviera seguro de no volver a verlo, estaría en el Infierno.


    Así pasa con las almas de los condenados que no tienen esperanza de ver su pan, que es Dios, el verdadero Salvador, que les ha sido quitado. Pero las Almas en el Purgatorio tienen la esperanza de ver ese pan y se sienten satisfechas con ello. Por eso, sufren hambre, y soportan la pena que hará posible satisfacerlas con el pan que es Jesucristo, verdadero Dios, Salvador y nuestro Amor.


TRATADO DEL PURGATORIO
Santa Catalina de Génova

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domingo, 24 de junio de 2012

NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA





   Juan es un santo varón, enviado de Dios, un ángel de Dios, como dice el mismo Padre: Mira, yo te envío mi mensajero por delante. Juan, el hombre, más grande que ha nacido de mujer, castiga de este modo su cuerpo inocente, lo abate y lo mortifica. ¿Y vosotros soñáis con vestidos de púrpura y de lino, y banquetear espléndidamente? ¿A esto se reduce toda la grandeza de este día? ¿Este es el homenaje que ofrecéis al Bautista? ¿Este es el regocijo que nos habían prometido por su nacimiento? ¿De quién celebráis la memoria, sacerdotes refinados? ¿Qué nacimiento festejáis? ¿No es acaso el de aquel que vivió en el desierto con un áspero vestido y muerto de hambre?


   Hijos de Babilonia, ¿qué salísteis a contemplar en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? ¿A qué salisteis si no? ¿A ver un hombre vestido con elegancia, y alimentado con regalo? Toda la fiesta se reduce para vosotros a seguir las normas del gusto popular, vestir con todo lujo y comer a placer. ¿Tiene algo que ver con Juan? Todo ese le repugnaba y jamás lo hizo. 


   El ángel dijo: Serán muchos los que se alegren de su nacimiento. Sí, es cierto: muchos se alegran de su nacimiento. Incluso para los paganos, según nos dicen, es un día festivo y solemne. Pero si ellos lo celebran sin conocerlo, para los cristianos no debería ser así. Estos se regocijan en ese día del nacimiento de San Juan, pero ojalá fuera de su natividad, y no de la vanidad. ¿Qué hay bajo el sol sino vanidad de vanidades? ¿Qué saca el hombre de todas las fatigas que le afligen bajo el sol?


   Hermanos, bajo el sol está todo cuanto abarcan los ojos, y se somete al influjo de esta luz material; ¿y eso qué es, sino una niebla que se ve un poco? ¿No es acaso pura hierba y flor de hierba? Lo dice el Señor: Todo es mortal hierba, y toda su belleza es flor de hierba: se agosta la hierba y cae la flor. En cambio la palabra del Señor permanece para siempre. 



    Hermanos, entreguémonos a esta palabra que nos promete la vida y el gozo eternos. No trabajemos por el alimento que se acaba, sino por el alimento que dura dando una vida sin término. ¿Y cuál es? No de solo pan vive el hombre, sino también de todo lo que diga Dios por su boca. 


   Queridos hermanos, cultivemos esta palabra, cultivemos el espíritu, porque el que cultiva los bajos instintos sólo cosechará corrupción. Que nuestro gozo sea interior, no un simple gesto exterior. O como dice el Apóstol: Afligidos por la humildad gravedad, y siempre alegres por el gozo interior. Queridos hermanos, alegrémonos en y por el nacimiento de San Juan. 


San Bernardo de Claraval

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viernes, 22 de junio de 2012

LA INSTITUCIÓN DE LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA (II) "Las Horas de la Pasión" de Luisa Piccarreta



   Pero mientras tu amor queda complacido y satisfecho, ¡oh dulce Jesús!, no teniendo ya nada más que hacer, veo, ¡oh Bien mío!, que sobre el altar, entre tus manos, se encuentran todas las hostias consagradas que se perpetuarán hasta el fin de los siglos, y en cada hostia veo que está desplegada toda tu dolorosa pasión, pues las criaturas, a los excesos de tu amor, preparan excesos de ingratitudes y de enormes delitos. Y yo, Corazón de mi corazón, quiero estar siempre junto contigo en cada sagrario, en todos los copones y en cada hostia consagrada que llegará a tener existencia hasta el final del mundo, para poder ofrecerte mis actos de reparación conforme a las ofensas que recibes.


   Por eso, Corazón mío, me pongo junto a ti y beso tu frente majestuosa. Pero al besarte siento en mis labios el dolor de las espinas que coronan tu cabeza, porque en esta hostia santa, ¡oh Jesús mío!, no es que te evitan ser coronado de espinas como en la pasión. Veo que las criaturas vienen ante tu presencia sacramental, y en vez de ofrecerte el homenaje de sus pensamientos, te ofrecen sus malos pensamientos, y tú bajas de nuevo la cabeza como en la pasión, para recibir las espinas de los malos pensamientos que las criaturas tienen ante tu presencia sacramental. ¡Oh Amor mío!, también yo contigo bajo la cabeza para compartir tus penas, y pongo todos mis pensamientos en tu mente para sacarte estas espinas que te causan tanto dolor, y quiero que cada uno de mis pensamientos fluya en cada uno de los tuyos para hacerte un acto de reparación por cada pensamiento malo de las criaturas y endulzar así tus pensamientos afligidos.

   Jesús, Bien mío, beso tus hermosos ojos. En esta hostia santa, con esos ojos tuyos llenos de amor, estás en espera de todos aquellos que vienen a tu presencia para mirarlos con tus miradas de amor y así ser correspondido con el amor de sus miradas amorosas. Pero, ¡cuántos vienen ante ti, y en lugar de verte y buscarte a ti, se ponen a ver cosas que los distraen de ti quitándote el gusto de intercambiar tus miradas con las suyas y tú lloras! Por eso, al besarte, siento que mis labios se mojan con tus lágrimas. ¡Ah, Jesús mío, no llores!, quiero poner mis ojos en los tuyos para compartir tus penas y llorar junto contigo y hacer una reparación por todas las miradas distraídas, ofreciéndote mis miradas teniéndolas siempre fijas en ti.

   Jesús, Amor mío, beso tus santísimos oídos. Con mucha atención quieres escuchar lo que las criaturas quieren de ti para consolarlas, y sin embargo, ellas hacen llegar a tus oídos oraciones mal hechas, llenas de aprensiones y sin verdadera confianza; oraciones hechas, en su mayoría, por rutina y sin vida; y tus oídos en esta hostia santa se sienten molestados más todavía que durante tu pasión. ¡Oh Jesús mío!, quiero tomar todas las armonías del cielo y ponerlas en tus oídos para repararte por esas molestias; quiero poner mis oídos en los tuyos, no sólo para compartir estas molestias, sino para estar siempre atento a lo que quieres, a lo que sufres, y ofrecerte inmediatamente mi reparación y consolarte.


"Las Horas de la Pasión"
Luisa Piccarreta


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jueves, 21 de junio de 2012

MISA EN LAS CATACUMBAS



     
      Cuando era seminarista en Granada, con sólo 19 años, me escapaba para asistir a las Misas del Padre Cardozo; en un humilde garaje, asistí lleno de emoción a mi primera Misa Tradicional. Hoy, transcurrida más de una década, veo con dolor y alegría cómo la Tradición sigue proscrita.

      Sí, con dolor, porque se me cae el alma al ver cuántas necesidades materiales pasan los buenos sacerdotes, aquellos por los que ofrecí mi salud... pero digo también que con alegría, porque ya lo dijo el Papa Sarto, que la Iglesia tenía como quinta nota el ser "perseguida" y he aquí la prueba.

      San Juan Mª. Vianney, el Santo Cura de Ars, recibió su Primera Comunión en una Misa clandestina, de manos de un sacerdote que no había querido jurar la Constitución masónica de Francia; dos siglos más tarde, la Fe Católica, aquella que no quiere saber nada de la Roma sumergida y enquistada en el Modernismo, sigue subsistiendo gracias a la valentía y el arrojo de un puñado de fieles y unos cuantos sacerdotes, que prefieren pasar hambre antes que claudicar.

      Seamos generosos y apoyemos económicamente a nuestros sacerdotes. Dios nos premiará con el céntuplo en esta vida y con la dicha perpetua en el Paraíso.


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SAN LUIS GONZAGA



   San Luis Gonzaga nació en Castiglione, Italia, en 1568. Era de noble familia, hijo del Marqués de Gonzaga; como era habitual en la época, de pequeño aprendió las artes militares y el más exquisito trato social.

   La primera comunión la recibió de manos de San Carlos Borromeo, Arzobispo de Milán. Desde temprana edad, San Luis vivió como acompañante de nobles en palacios de altos gobernantes, auque nunca puso su corazón en aquél mundo lleno de frivolidades.

   Su director espiritual, San Roberto Belarmino, le aconsejó tres medios para llegar a ser santo:

1º. Frecuente confesión y comunión.
2º. Mucha devoción a Nuestra Señora
3º  Leer vidas de Santos.

 Ante una imagen de Nuestra Señora, hizo voto de castidad perpetua.



  Cuando iba a hacer o decir algo importante se preguntaba: "¿De qué sirve esto para la eternidad?" y si no le servía para la eternidad, ni lo hacía ni lo decía.

   En cierta ocasión, se encontraba arrodillado ante la imagen de Nuestra Señora del Buen Consejo, entonces se le pareció que la Virgen y le pidió: "¡Debes entrar en la Compañía de mi Hijo!". Con esto entendió que su vocación era entrar en la Comunidad Compañía de Jesús, o sea hacerse jesuita.

   Pidió el permiso paterno para hacerse religioso, pero se lo negó. Y lo llevó a grandes fiestas y a palacios y juegos para que se le olvidara su deseo de ser sacerdote. 

   Después de varios meses le preguntó: "¿Todavía sigue deseando ser sacerdote?", y el joven le respondió: "En eso pienso noche y día". Entonces, su padre, comprendiendo que no lo haría cambiar de opinión, le permitió entrar en la Compañía de Jesús. 

   En 1581 el joven Luis Gonzaga, que era seminarista y se preparaba para ser sacerdote, se dedicó a cuidar a los enfermos de la peste de tifo negro. Se encontró en la calle a un enfermo gravísimo. Se lo echó al hombro y lo llevó al hospital para que lo atendieran. Pero se le contagió el tifo y Luis murió el 21 de junio de 1591, a la edad de sólo 23 años. Murió mirando el crucifijo y diciendo "Que alegría cuando me dijeron: vamos a la casa del Señor".

   Su madre tuvo la dicha de asistir a la beatificación de su hijo en 1621.

   San Luis Gonzaga tuvo que hacer muchos sacrificios para poder mantenerse siempre puro, y por eso la Santa Iglesia Católica lo ha nombrado Patrono de los Jóvenes que quieren conservar la santa pureza. El repetía la frase de San Pablo: "Domino mi cuerpo y lo reduzco a servidumbre, no sea que enseñando a otros a salvarse, me condene yo mismo".

   Sufría mucho de mal de riñones y esta enfermedad lo obligaba a quedarse días enteros quieto en su cama. Pero esta quietud le trajo un gran bien: le permitió dedicarse a leer las Vidas de Santos, y esto lo animó muchísimo a volverse mejor. 

   Su confesor, San Roberto, que lo acompañó en la hora de la muerte, dice que Luis Gonzaga murió sin haber cometido ni un sólo pecado mortal en su vida.

   Apenas el hijo se hizo religioso su padre empezó a volverse mucho más piadoso de lo que era antes y murió después santamente. Luis renunció a todas las grandes herencias que le correspondían con tal de poder hacerse religioso y santo.

   Santa Magdalena de Pazzi vio en un éxtasis a San Luis en el cielo, y decía: "Yo nunca me había imaginado que Luis Gonzaga tuviera un grado tan alto de gloria en el Paraíso".

   Un oficio muy importante que hizo San Luis durante su vida fue ir de ciudad en ciudad poniendo la paz entre familias que estaban peleadas. Cuando él era enviado a poner paz entre los enemistados, estos ante su gran santidad, aceptaban hacer las paces y no pelear más. El era extraordinariamente amable y bien educado.

   Después de muerto se apareció a un jesuita enfermo, y lo curó y le recomendó que no se cansara nunca de propagar la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. De hecho, San Luis fue avisado en sueños que moriría el viernes de la semana siguiente al Corpus, y en ese día murió. Ese viernes es la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.

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miércoles, 20 de junio de 2012

INTEGRISMO CATÓLICO


      INTEGRISMO es una palabra ‘acuñada’ en realidad, por el Papa San Pío X, el Papa antimodernista. Este Papa persiguió sin piedad al modernismo, convencido del daño que podía producir a la Iglesia. Bajo sus auspicios nació el ‘Sodalitium Pianum’ (o ‘Fraternidad San Pío V’), dirigido por Mons. Umberto Benigni (1862-1934), encargado de detectar a estos elementos en las diócesis y seminarios, y de expulsarlos. Se entiende entonces el odio de todos los medios progresistas hacia el Papa Sarto.



     San Pío X sostuvo y promovió a este grupo y a su prensa, a la que denominó ‘integrista’. Por eso, la denominación de ‘integrista’ debería ser un título de gloria para el católico. Así lo afirma el inmortal Sardá y Salvany en su obra ya clásica: ‘El liberalismo es pecado’. Queremos pues ser integristas.

     Ser integrista significa defender la integridad del dogma, afirmar todas y cada una de las verdades de Fe que la Iglesia nos enseña; sea por su Magisterio Ordinario, sea por su Magisterio Extraordinario, con todo lo que significan estas verdades, con todas las consecuencias que se derivan de ellas.


     Significa estar convencidos de que la Fe es Una, y que si se niega la más pequeña de las verdades de Fe, o se la pone en duda, se las niega o pone en duda a todas.

     Ser integrista significa pues adherir y prestar asentimiento interno a la totalidad del Magisterio de la Iglesia, también a su Magisterio político, con todas las consecuencias que se desprenden de esto. Significa tener como enemigo mortal al liberalismo, y defender la Realeza Social de Nuestro Señor Jesucristo.

     Como se ve, la palabra está preñada de sentido católico. Queremos pues, ser integristas.

     Hoy reinan el ecumenismo, la libertad religiosa, la colegialidad, doctrinas éstas que la Iglesia de ayer, la Iglesia ‘integrista’ condenó en diferentes oportunidades.
Hoy la Iglesia sufre una crisis espantosa, puede decirse que la peor de su historia dos veces milenaria (...).

     Nosotros, al igual que los católicos tradicionalistas, y contándonos entre ellos, señalamos al Concilio Vaticano II como desencadenante de la misma; y afirmamos que el Concilio contradice la enseñanza infalible y tradicional del Magisterio de la Iglesia, particularmente en las tres doctrinas que hemos dicho (...).

     Pero, ¿cómo es posible que los hombres de Iglesia, aun aquel que ocupa el más alto puesto, avalen doctrinas erróneas? ¿No es esto contrario a la infalibilidad y asistencia divina prometidas a la Iglesia?





martes, 19 de junio de 2012

NUESTROS PASTORES ( VI ) CARDENAL RAFAEL MERRY DEL VAL



   Rafael María José Pedro Francisco Borja Domingo Gerardo de la Santísma Trinidad Merry del Val y Zulueta-Wilcox, nació en la Embajada Española de Londres, el 10 de octubre de 1865. Hijo del embajador español en el Reino Unido, Rafael Merry del Val.


   Fue ordenado sacerdote en 1888 y fundó en 1890 el Colegio Español de Roma junto con el Obispo Manuel Domingo y Sol.


   En 1900 es nombrado Arzobispo titular de Nicea por León XIII, además de Presidente de la Pontificia Academia de Nobles Eclesiásticos, donde se había formado. Encargado por León XIII de la espinosa cuestión de la validez de las ordenaciones anglicanas, llevó a la Santa Sede a la respuesta negativa, luego oficializada (en setiembre de 1896) con la bula "Apostolicae curae", de la cual fue él el principal propagador. 


   Gracias al trabajo de Merry del Val, León XIII confirmó la "nulidad" de  las "ordenaciones celebradas con el rito anglicano", negando con ello la sucesión apostólica de tales obispos


   Tras la muerte del Papa, en 1903, fue nombrado Secretario del Cónclave que eligió Papa a San Pío X. 


   El piadoso Papa de la Eucaristía, pronto lo nombraría Secretario de Estado; la decisión papal sorprendió a muchos por la juventud de Rafael, que tan sólo contaba con 38 años, y porque no era cardenal. Rafael Merry del Val ocuparía su puesto de mano derecha del Papa durante todo el Pontificado, desde 1903 hasta 1914. San Pío X le otorgó el capelo cardenalicio el 9 de Noviembre de 1903.


   En la ceremonia de imposición del capelo cardenalicio, San Pío X le dedicó estas hermosas palabras: 


"El buen olor de Cristo, Señor Cardenal, que habéis difundido en los lugares, también en vuestra morada temporal, y las múltiples obras de caridad a las que os habéis dedicado continuamente en el ministerio sacerdotal, especialmente en nuestra ciudad de Roma, os otorgaron, junto con la admiración, la estima universal".

¡Qué gran santo debía ser el Cardenal Merry del Val...!




   Aunque era de familia noble, vivía una vida sencilla y austera, con un gran amor a todos los necesitados. En su testamento dejó escrito: "Dejo todo lo que tengo a la Congregación de Propaganda Fide para las misiones más pobres"

   Aun teniendo grandes dotes intelectuales, se hacía pequeño con los pequeños. Sin deseo de destacar, pedía al Señor el gran don de una humildad cada vez mayor. Son conocidas a este propósito sus "Letanías de la humildad", así como su apostolado oculto entre los jóvenes de Trastévere. 

   Pidió que su tumba estuviese "lo más cerca posible de mi amadísimo Padre y Pontífice Pío X" ; en su epitafio, leemos las sencillas palabras que él mismo escribió en su testamento: "Deseo ser sepultado con la mayor sencillez. Que en mi tumba se escriba solamente mi nombre con estas palabras: Da mihi animas, caetera tolle ( Dame almas y llévate lo demás) el anhelo de toda mi vida"

   Falleció el 26 de Febrero de 1930.

EL CARDENAL MERRY DEL VAL 
Y LA HEREJÍA MODERNISTA


      "Está haciendo un daño incalculable, destruyendo la fe a derecha e izquierda, y no me sorprendería nada que, más pronto o más tarde, el Santo Padre deba denunciarla”, escribía en 1906 Rafael Merry del Val.

   Así lo hizo San Pío X en 1907, con la encíclica Pascendi y el decreto Lamentabili, elenco de los 65 errores principales del Modernismo, y en 1910 obligó a todos los sacerdotes a prestar el juramento antimodernista en el momento de su ordenación.



Se recomienda imprimir, doblar a la mitad y plastificar

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lunes, 18 de junio de 2012

EL DOLOR FINITO DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO



   Acerca del estado de las almas en el Infierno y su diferencia con las que se hallan en el Purgatorio. Reflexiones de Santa Catalina de Génova sobre aquellos que descuidan su salvación.


   Es manifiesto que hay perversidad en la voluntad contraria a la voluntad de Dios, donde la culpa es conocida y la mala voluntad persiste; y es que la culpa de aquellos que han pasado de esta vida al Infierno, no es remitida. No puede serlo, dado que ya no hay cambio de voluntad; en el pasaje al otro mundo el bien o el mal se estabilizó en concordancia con su deliberada voluntad. Como se ha escrito: "Ubi te invenero", es en la hora de la muerte que prevalece la voluntad de pecar, o el arrepentimiento, "Ibi te judicabo". Según se incline la balanza hacia un lado u otro, después no hay remisión, según se me ha mostrado.




   Después de la muerte el libre albedrío ya no puede retornar, pues la voluntad ha quedado fijada en el momento de la muerte. Y, dado que las almas en el Infierno han tenido en el momento de la muerte la voluntad hacia el pecado, deben soportar la culpa a través de la eternidad, sin mérito por sus penas, solo soportarlas, sin final.


   En cambio, las Almas del Purgatorio solo soportan el dolor, no ya la culpa, por haberse arrepentido de los pecados en el momento de la muerte, y de sus ofensas a la bondad divina.Por lo tanto, su dolor es finito, y su tiempo se va acortando, como ha sido dicho.


   ¡Oh, miseria más allá de toda miseria, tan grande que la ceguera humana no puede verla!


   El dolor del condenado no es infinito en cantidad debido a que la bondad de Dios arroja su rayo de misericordia aún en el Infierno. Porque el hombre que muere en pecado merecería pena infinita por un tiempo infinito, mas la misericordia de Dios le ha puesto infinitud solo al tiempo. En justicia, Dios podría haber dado al hombre más pena.


   ¡Oh! Cuán peligroso es el pecado cometido con malicia. Sin arrepentimiento, el hombre soportará la culpa mientras persevere y desee pecar nuevamente.


Santa Catalina de Génova
"TRATADO DEL PURGATORIO"

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sábado, 16 de junio de 2012

VIDA PIADOSA EN CRISTO Y MARÍA

"Quienes hacen profesión de ser sus hijos muy queridos, se valen de una misma regla para discernir si sus acciones u omisiones conforme al beneplácito de Dios y al de la Madre Amable, poniendo toda la diligencia en tener siempre a los ojos de su consideración fijos en Dios y en Su Santísima Madre, a fin de traer a efecto pronta y alegremente cuanto conocen ser de su agrado y evitar solícitamente cuanto saben desagradables..."


Según la doctrina de los Santos Padres, Dios tiene decretado no conceder a los hombres gracia alguna sin que pase por manos de María, por cuyo motivo, le designan con el nombre de cuello de la Iglesia, por el que fuerza es se deriven de Cristo, que es la cabeza, en los miembros, todas las gracias y bendiciones celestiales, de suerte que las gracias de Dios son en este sentido dones y gracias de la Madre Amabilísima.




Con lo cual se siguen que no sólo la Gracia o el Espíritu de Dios obra en estas almas sus acciones y produce en ellas la vida divina, sino que también la Gracia y el Espíritu de María obra y produce en ellas la vida mariana.


En cuyo sentido la vida mariana, vinculada en la divina es más aquilatada y se levanta en un grado de perfección sobre la vida ordinaria contemplativa y unitiva, pues integra de aquellos dos, como que dijésemos es divino-mariana y se halla cifrada en la simple contemplación, amor y cierta fruición de Dios en María y de María en Dios.


Pues cuando el alma piadosa es de modo estable y como a cada paso movida por el Divino Espíritu, que en ella mora, a tener presente, contemplar, amar y respirar en todas sus acciones y omisiones estos dos objetos a Dios en María y a María en Dios, entonces podemos decir que vive vida mariano-divina en María y que, por consiguiente, pretendiendo en todas sus acciones, palabras y pensamientos, este más intenso amor, mayor obsequio y más alta honra de entrambos objetos, vive por Dios y por María"


Padre Miguel de San Agustín, Carmelita
"VIDA DE UNIÓN CON MARÍA"

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viernes, 15 de junio de 2012

FESTIVIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS



      Después de la Solemnidad del Corpus Christi, la Santa Iglesia nos sumerge  hoy en el inmenso amor que contiene el Sagrado Corazón de Jesús; todo católico debe amar esta devoción, que no es una más, sino la devoción por excelencia de aquellos que quieren amar, servir e imitar a Nuestro Señor.

      El ser devotos y apóstoles de este Sacratísimo Corazón, no es cosa de viejas, sino de almas enamoradas del Amor Divino, contenido en el corazón físico del Salvador, traspasado en la Cruz por nuestras miserias e ingratitudes; por eso, que no nos avergüence mostrarnos como apóstoles del Corazón de Cristo: que vivamos por Él, que de Él escribamos y hablemos, que Él presida nuestro hogar y hasta la fachada de la casa 

      Si de veras te conviertes a partir de ahora en apóstol del Amor de Dios, en propagador de la Devoción al Corazón de Jesús, te aseguro, por propia experiencia personal, que Él se ocupará de tus negocios, temporales y espirituales, al tiempo que hallarás más paz que nunca, porque comprenderás que ya tus obligaciones y problemas no dependen de ti, sino de la Misericordia y Providencia del Sagrado Corazón de Jesús.

      Comienza ya a divulgar la Devoción al Sagrado Corazón y comparte hoy mismo este artículo con tus familiares y amigos. 

EXTRACTOS DE
 "HAURIETIS AQUAS"
DEL PAPA PÍO XII

"...manifiesto es que este culto es el acto de religión por excelencia, esto es, una plena y absoluta voluntad de entregarnos y consagrarnos al amor del Divino Redentor, cuya señal y símbolo más viviente es su Corazón traspasado. E igualmente claro es, y en un sentido aún más profundo, que este culto exige ante todo que nuestro amor corresponda al Amor divino. Pues sólo por la caridad se logra que los corazones de los hombres se sometan plena y perfectamente al dominio de Dios, cuando los afectos de nuestro corazón se ajustan a la divina voluntad de tal suerte que se hacen casi una cosa con ella, como está escrito: «Quien al Señor se adhiere, un espíritu es con El» (I Cor.6,17)

Y para que la devoción al Corazón augustísimo de Jesús produzca más copiosos frutos de bien en la familia cristiana y aun en toda la humanidad, procuren los fieles unir a ella estrechamente la devoción al Inmaculado Corazón de la Madre de Dios. Ha sido voluntad de Dios que, en la obra de la Redención humana, la Santísima Virgen María estuviese inseparablemente unida con Jesucristo; tanto, que nuestra salvación es fruto de la caridad de Jesucristo y de sus padecimientos, a los cuales estaban íntimamente unidos el amor y los dolores de su Madre. 

Por eso, el pueblo cristiano que por medio de María ha recibído de Jesucristo la vida divina, después de haber dado al Sagrado Corazón de Jesús el debido culto, rinda también al amantísimo Corazón de su Madre celestial parecidos obsequios de piedad, de amor, de agradecimiento y de reparación. En armonía con este sapientísimo y suavísimo designio de la divina Providencia, Nos mismo, con un acto solemne, dedicamos y consagramos la santa Iglesia y el mundo entero al Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María.


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jueves, 14 de junio de 2012

ANIVERSARIO DEL PADRE VALENTÍN DE SAN JOSÉ




   Tal día como hoy, en 1989, moría en El Desierto Carmelitano de Batuecas y en olor de santidad, el Padre Valentín de San José, a quien profeso sincera devoción y cuyos escritos he compartido en este blog en numerosas ocasiones.


   Nuestro Padre Valentín tiene su foto y enlace propios en este pequeño lugar, en el margen izquierdo de la pantalla; por eso les animo a releer esos pequeños extractos, repletos de espiritualidad carmelitana, que nos lleva a la máxima de la Orden: buscar de continuo, cada hora y segundo, la mirada amorosa de Dios sobre nuestra vida.


   Les ruego la limosna de sus oraciones por mí, usando como intercesor al Padre Valentín de San José.

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BREVE BIOGRAFÍA

“Fue consejero habitual y confesor de Santa Maravillas de Jesús y junto a ella, restauró el Desierto de Batuecas en 1950; de alguna manera, fueron “la Santa Teresa y el San Juan de la Cruz del siglo XX”. Predicador fogoso, confesor, director espiritual, Consejero Nacional de las Hermandades Ferroviarias y Director de la Orden Tercera del Carmen y Santa Teresa.


   Durante los últimos veinte años de su vida, vivió retirado en el Desierto de Batuecas que él había restaurado, dedicado de lleno a la oración y austeridad.


   La práctica de la presencia de Dios la recomendaba encarecidamente y en consecuencia él la practicaba con atención amorosa todo el día, realizase ocupaciones materiales o intelectuales. No conocía el ocio: oraba, leía, escribía o trabajaba el campo, intercalando ratos de adoración ante el sagrario , que era su devoción más ferviente.




   La oración mental fue una de las más destacadas características tanto en su ejercicio como en su enseñanza; sus libros más reeditados son precisamente los de la oración. En todos sus libros encomia reiteradamente el trato íntimo con Dios, con Jesucristo, la Virgen, los ángeles y los santos. Fue realmente un apóstol sobresaliente de la oración mental. Sus oraciones vocales, jaculatorias y devociones piadosas eran continuas todos los días.


   La vida interior de amor y atención amorosa al Señor era su ilusionada preocupación y al mismo tiempo ofreciéndose en súplicas incesantes, por la salvación y santificación de las almas, por la Santa Iglesia, por la auténtica renovación del Carmelo en el genuino espíritu de Santa Teresa y San Juan de la Cruz, cuya vida y doctrina conocía admirablemente, y por la tradicional España católica.” 


Padre Matías del Niño Jesús, Carmelita Descalzo

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miércoles, 13 de junio de 2012

SAN ANTONIO DE PADUA


EL MILAGRO EUCARÍSTICO 
DE SAN ANTONIO DE PADUA

   Predicaba San Antonio de Padua en Rímini (Italia). Allí los herejes patarinos, al igual que ocurre en hoy día, habían desfigurado el dogma de la presencia real, reduciendo la Eucaristía a una simple cena conmemorativa.

   San Antonio, en su predicación, ilustró plenamente la realidad de la presencia real de Nuestro Señor en la Sagrada Hostia. Destacaba entre aquellos herejes, Bonvillo, que era el principal y tentó al Santo diciéndole:

-Menos palabras; si quieres que yo crea en ese misterio, has de hacer el siguiente milagro: Yo tengo una mula; la tendré sin comer por tres días continuos, pasados los cuales nos presentaremos juntos ante ella: yo con el pienso, y tú con tu sacramento. Si la mula, sin cuidarse del pienso, se arrodilla y adora ese tu Pan, entonces también lo adoraré yo.

   Aceptó el Santo la prueba y se retiró a implorar el auxilio de Dios con oraciones, ayunos y penitencias.


   Durante tres días privó el hereje a su mula de todo pienso y luego la sacó a la plaza pública. Al mismo tiempo, por el lado opuesto de la plaza, entraba en ella San Antonio, llevando en sus manos una Custodia con el Cuerpo de Cristo; todo ello ante una multitud de personas ansiosas de conocer el resultado de aquel extraordinario compromiso contraído por el santo franciscano.

   Encaróse entonces el Santo con el hambriento animal, y, hablando con él, le dijo:

-En nombre de aquel Señor a quien yo, aunque indigno, tengo en mis manos, te mando que vengas luego a hacer reverencia a tu Creador, para que la malicia de los herejes se confunda y todos entiendan la verdad de este Altísimo Sacramento, que los sacerdotes tratamos en el altar, y que todas las criaturas están sujetas a su Creador.

   Mientras decía el Santo estas palabras, el hereje echaba cebada a la mula para que comiese; pero la mula, sin hacer caso de la comida avanzó pausadamente, como si hubiese tenido uso de razón, y, doblando respetuosamente las rodillas ante el Santo que mantenía levantada la Sagrada Hostia, permaneció en esta postura hasta que San Antonio le concedió licencia para que se levantara. 

   Bonvillo cumplió su promesa y se convirtió de todo corazón a la fe católica; los herejes se retractaron de sus errores, y San Antonio, después de dar la bendición con el Santísimo en medio de una tempestad de vítores y aplausos, condujo la Hostia procesionalmente y en triunfo a la iglesia, donde se dieron gracias a Dios por el estupendo portento y conversión de tantos herejes.


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martes, 12 de junio de 2012

EL ÁNGEL CUSTODIO Y SANTA VERÓNICA GIULIANNI





      Siguiendo el esquema habitual de la Semana del Buen Cristiano, dedicamos este día Martes a nuestro Ángel Custodio; por eso, procuremos honrar a nuestro Guardián con súplicas especiales, rogándole que nunca nos abandone. Recemos también a los ángeles que guardan a nuestros hijos y padres. Santa Teresita enviaba su ángel de la guarda a las personas que necesitaban de ella, para que el Custodio velase por esas personas en su lugar.


   Mientras hablaba con la Virgen, apareció el Señor con una gran multitud de ángeles, como aquellos primeros que había visto. El Señor era glorioso, y tenía en la mano una cruz grandísima. Así me dijo: "Ahora vengo, todo hecho amor, pero el día del Juicio, en el cual apareceré en este modo, entonces seré justo y riguroso. Tú sentirás una gran pena, pero esta pena no es nada en comparación con la que tendrán entonces todos universalmente...".


EL ÁNGEL CUSTODIO


   "Mi Ángel custodio me hizo arrodillar a los pies del Señor, y me impuso el confesar públicamente mis culpas y todo aquello que había cometido, en tiempos de mi vida. Mientras, yo me hacia la señal de la cruz y quería comenzar mi confesión, pero no podía, por el dolor que sentía por haberlo ofendido a Él, mi sumo bien. Al final, comencé así: "Esposo mío, te he ofendido a ti y desde ti me confieso". Diciendo esto el Señor me iluminó, y me hizo conocer el valor del Sacramento de la penitencia...".


EL ÁNGEL ACUSA


   "...El Señor me marcó, y le dijo a mi Ángel custodio que hiciera la acusación por mi. Así, el Ángel comenzó desde la edad de tres años hasta la hora presente, y me acusó de todo. Me acusaba en general, pero me parecía ver cada mínimo pensamiento, delante de Dios. ¡Oh qué pena! ¡Oh qué tormento! ¡Oh qué dolor sentía yo!... Mi Ángel custodio siguió acusándome de cada mínimo defecto y yo, a cada acusación, sentía vergüenza y dolor por haber ofendido al Sumo Bien..."

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Hna. Úrsula, Terciaria Franciscana
Santiago de Chile


lunes, 11 de junio de 2012

EL MAYOR DOLOR DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO


La separación de Dios
 es el principal castigo del Purgatorio. 
Pero éste es diferente del Infierno.

   Todas las penas del Purgatorio se relacionan con el pecado original y el actual. Dios creó al alma pura, simple y limpia de toda mancha de pecado, con un cierto instinto beatífico hacia Él desde el pecado original, que el alma encuentra en sí misma, quita de sí, y cuando agrega otros pecados a ese original se aleja más y más de Dios.


Cuadro de Ánimas, donde se aprecia el cumplimiento
 de la Promesa de Nuestra Señora del Carmen,
que libra del Purgatorio a los devotos de Su Santo Escapulario


   No puede haber ningún bien salvo por la participación de Dios, que va al encuentro de las necesidades de sus criaturas irracionales como quiere y ha ordenado, no fallándoles nunca, y responde al alma racional en la medida en que la encuentra limpia y sin el obstáculo de pecados. Por consiguiente, cuando un alma se acerca al estado puro y claro en que fue creada, su instinto beatífico se descubre a sí mismo y crece sin cesar, tan impetuosamente hasta el final que cualquier obstáculo le parece a esta alma algo del pasado. Y cuanto más ve, más extremo es su dolor.


   Debido a que las almas en el Purgatorio no sienten culpa de pecado, no hay obstáculo entre ellas y Dios, excepto su dolor, que las lleva hacia atrás y así no pueden alcanzar la perfección. Ven claramente la gravedad de cada obstáculo en su camino, y ven también que su instinto es obstaculizado por una necesidad de justicia: de ahí nace un rugiente fuego, como el del infierno, pero carente de culpabilidad. La culpa es lo que las hace condenadas en el infierno, en donde Dios no concede Su Bondad, y por eso permanecen allí, en desesperada mala voluntad, opuesta a la voluntad de Dios.


Santa Catalina de Génova
"TRATADO DEL PURGATORIO"

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domingo, 10 de junio de 2012

RECUERDO DE MI PRIMERA COMUNIÓN

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Jesús, María, José

"Me amó y se entregó por mí" 
(Gál. 2, 20)

   A todos cuantos siguen y leen este modesto blog, les ruego la limosna de sus oraciones por este pobre hermano suyo.

   Quiera Nuestra Señora restaurar en mi alma aquél amor que le profesé cuando era un niño; aquél que apenas sabía hablar y sin embargo, le suplicaba entre lloros a mi buena madre, que me llevase a ver a la Virgen del Pino cada mañana.

   Y es que en Teror, en la Villa Mariana donde tiene su casa la Virgen, Madre Amada de todos los canarios, tuve la dicha de nacer y la gracia de ser bautizado por el entonces vicario parroquial, el Rvdo. Nicolás Monche.

   Años más tarde, y otra vez en una iglesia dedicada a Nuestra Señora, en el pueblito de Moya, la Virgen de Candelaria me acompañó a recibir por vez primera a Su Hijo Sacramentado. ¡Qué inocencia, cuánta piedad e ilusión sentí al pensar que todo un Dios se rebajaba para quedarse unos minutos en mi pecho, como pequeño e indigno tabernáculo!

   La emoción fue mayor aún, cuando la Sagrada Comunión me la dio mi siempre recordado Don Jorge Cabrera Hernández, sacerdote santo, que después de quedarse viudo, y siendo un padre y abuelo modélico, quiso consagrar sus últimos años como sacerdote de Cristo.

   Recen por este miserable hermano, que lleva los nombres benditos del Apóstol Amado y Evangelista; los mismos también que el indito pobre y harapiento que habló cara a cara con la Virgen de Guadalupe.

   Que Dios le pague sus oraciones y Nuestra Señora les premie su cariño.