viernes, 24 de mayo de 2013

NUESTRA SEÑORA AUXILIO DE LOS CRISTIANOS



    Esta piadosísima advocación de Nuestra Señora se hizo fuerte ante la invasión de los turcos en 1571, cuando el Papa San Pío V la invocó como María Auxilio de los Cristianos, a parte de ser la Capitana de los Príncipes Católicos de Alemania fieles a la Fe Católica frente a las tesis protestantes.

      En el año 1572, el mismo Papa San Pio V, ordenó que en todo el mundo católico se rezara en las Letanías a Nuestra Señora la advocación "Auxilio de los cristianos, rogad por nosotros", porque en ese año la Virgen Purísima libró prodigiosamente en la Batalla de Lepanto a toda la cristiandad que estaba amenazada de ser destruida por un ejército mahometano de 282 barcos y 88.000 soldados.

      Pero sin duda fue San Juan Bosco, el Santo de María Auxiliadora, con el que esta advocación mariana encontró el mejor paladín para el desarrollo y popularidad. En 1862, en plena madurez de Don Bosco, cuando éste hace la opción mariana definitiva: María Auxiliadora. 

    Como un profeta, San Juan Bosco vislumbró los males que amenazaban a la Santa Iglesia Católica, pero tenía la tranquilidad de entregar el cuidado de la misma a Nuestra Señora, por eso decía con frecuencia: 

"La Virgen quiere que la honremos
 con el título de Auxiliadora: 
los tiempos que corren son tan aciagos
 que tenemos necesidad 
de que la Virgen nos ayude 
a conservar y a defender la fe cristiana"


      Hoy, como otrora hiciera San Pio V y después San Juan Bosco, encomendemos la Iglesia Santa a la protección maternal y segura de Nuestra Señora Auxilio de los Cristianos; que Ella sepa conservarnos como auténticos católicos profesando la Santa y Verdadera Fe Católica, limpia de herejías, contraria al liberalismo y a la libertad religiosa,teniendo a Cristo como único Pastor, pues el Misterio de Iniquidad nos ha arrebatado la figura de un verdadero y legítimo Pontífice desde la muerte del Gran Pío XII.

      Que perseveremos, por mediación de María Auxiliadora, en la misma Fe, con el mismo Catecismo, con la Doctrina inmutable,con la Misa de Siempre, con la piedad sencilla y profunda que profesaron miles de santos hasta el nefasto "Concilio Vaticano II".


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.