jueves, 7 de diciembre de 2017

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA NUESTRA SEÑORA, DÍA OCTAVO



MODO DE HACER LA NOVENA

   Puestos de rodillas, delante de una imagen de la Inmaculada Concepción, se santiguará y luego dirá todos los días el siguiente

ACTO DE CONTRICIÓN

   Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos,confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

   Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que los perdonareis, por los méritos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

     Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida para Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de Tu Concepción; así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por Ti, que, por la gracia de Dios, has sido elegida para ser Madre del Nuevo Pueblo que Jesucristo ha formado con Su Sangre.

     A Ti, Purísima Madre, Restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta Novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de Tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado.

     Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro haya sido desamparado.

     No me dejéis pues a mí tampoco, porque si no, me perderé; que yo tampoco quiero dejaros a Vos, antes bien cada día quiero crecer más en vuestra verdadera devoción. Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un gran aprecio de la virtud, y la tercera, una buena muerte. Además dadme la gracia particular que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestra y bien de mi alma.

ORACIÓN DÍA OCTAVO

    
 ¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como diste a María Nuestra Señora la gracia de una ardentísima caridad y amor de Dios sobre todas las cosas, así Te rogamos humildemente, por intercesión de Tu Madre Inmaculada, nos concedas un amor sincero a Ti, oh Dios y Señor nuestro, nuestro verdadero bien, nuestro Bienhechor, nuestro Padre, y que antes queramos perder todas las cosas que ofenderte con un solo pecado.

Rezar ahora tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias a la Santísima Trinidad, y luego pide lo que por intercesión de la Inmaculada Concepción deseas conseguir de esta Novena.


A continuación se dirá la Oración final para todos los días y la Letanía a la Virgen.


ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS



LETANÍAS A LA PURÍSIMA VIRGEN MARÍA

Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos, Cristo, escúchanos

Dios, Padre celestial. Ten misericordia de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo. Ten misericordia de nosotros.
Dios, Espíritu Santo. Ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios. Ten misericordia de nosotros.

Santa María, ruega por nosotros
Santa Madre de Dios, ruega por nosotros
Santa Virgen de las vírgenes, ruega por nosotros
Madre de Cristo, ruega por nosotros
Madre de la divina gracia, ruega por nosotros
Madre purísima, ruega por nosotros
Madre castísima, ruega por nosotros
Madre inviolada, ruega por nosotros
Madre virgen, ruega por nosotros
Madre inmaculada, ruega por nosotros
Madre amable, ruega por nosotros
Madre admirable, ruega por nosotros
Madre del buen consejo, ruega por nosotros
Madre del Creador, ruega por nosotros
Madre del Salvador, ruega por nosotros
Virgen prudentísima, ruega por nosotros
Virgen digna de veneración, ruega por nosotros
Virgen digna de exaltación, ruega por nosotros
Virgen poderosa, ruega por nosotros
Virgen clemente, ruega por nosotros
Virgen fiel, ruega por nosotros
Espejo de justicia, ruega por nosotros
Trono de la sabiduría, ruega por nosotros
Causa de nuestra alegría, ruega por nosotros
Vaso espiritual, ruega por nosotros
Vaso digno de honor, ruega por nosotros
Vaso insigne de devoción, ruega por nosotros
Rosa mística, ruega por nosotros
Torre de David, ruega por nosotros
Torre de marfil, ruega por nosotros
Casa de oro, ruega por nosotros
Arca de la alianza, ruega por nosotros
Puerta del Cielo, ruega por nosotros
Estrella de la mañana, ruega por nosotros
Salud de los enfermos, ruega por nosotros
Refugio de los pecadores, ruega por nosotros
Consoladora de los afligidos, ruega por nosotros
Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros
Reina de los Angeles, ruega por nosotros
Reina de los Patriarcas, ruega por nosotros
Reina de los Profetas, ruega por nosotros
Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros
Reina de los Mártires, ruega por nosotros
Reina de los Confesores, ruega por nosotros
Reina de las Vírgenes, ruega por nosotros
Reina de todos los Santos, ruega por nosotros
Reina, concebida sin pecado original, ruega por nosotros
Reina, asunta a los Cielos, ruega por nosotros
Reina del santísimo Rosario, ruega por nosotros
Reina de la Paz, ruega por nosotros

Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo. Perdonadnos, Señor.
Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo. Escuchadnos, Señor.
Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo. Tened piedad de nosotros.

V. Rogad por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

ORACIÓN

     Os rogamos, Señor Dios, que nos concedáis a vuestros siervos gozar de continua salud de alma y cuerpo; y que por la intercesión de la siempre Virgen Santa María, seamos libres de las tristezas de esta vida y gocemos de las eternas alegrías del cielo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.