jueves, 11 de enero de 2018

LA VISITA JESÚS SACRAMENTADO


"Os pido una limosna de cariño
 para Jesucristo Sacramentado…"(1)


          La Estación o Visita a Jesús Sacramentado, como su nombre indica, consiste en realizar una visita, hacer un alto en el día, para acompañar a Nuestro Señor oculto en el Tabernáculo de nuestras iglesias. Apenas te llevará diez o quince minutos... depende de tu amor.

          Por desgracia, en los tiempos de Apostasía en los que vivimos, en la inmensa mayoría de los templos no se encuentra la Presencia Real de Jesús Sacramentado, no obstante, desde tu propio hogar, en un momento de tranquilidad, puedes recogerte y figurarte mentalmente frente al Sagrario (tal vez te ayude el recordar aquél Sagrario hermoso que viste en cierta ocasión y que tanta fe avivó en ti).


   

               Una vez transportado espiritualmente hasta el Tabernáculo, reconoce la verdadera Presencia de Nuestro Señor, con Su Cuerpo, Su Sangre, Su Alma y su Divinidad y agradecele por todos los beneficios recibidos. Si tienes tiempo, y siempre con la mente y el alma como si estuvieses realmente ante el Santísimo Sacramento, ábrele tu corazón y encomienda tu vida y preocupaciones por manos de María Nuestra Señora.

          Por último, ofrece este Santo Sacramento a la Augusta Trinidad, como reparación por las iniquidades que recibe Nuestro Señor en el Sagrario y al mismo tiempo, pide perdón de cuantas soledades padece Jesús oculto en los Altares.


MEDITACIÓN PREVIA

          "Si sufrimos penas y disgustos, Él nos alivia y nos consuela. Si caemos enfermos, o bien será nuestro remedio, o bien nos dará fuerzas para sufrir… Si nos hacen la guerra el demonio y las pasiones, nos dará armas para luchar, para resistir y para alcanzar la victoria. Si somos pobres, nos enriquecerá  con toda suerte de bienes en el tiempo y en la eternidad". (2)



ACTO DE FE EN JESÚS SACRAMENTADO

               "Dios está aquí, en la Hostia consagrada. Creo firmemente y proclamo que Jesucristo, Dios verdadero y Hombre verdadero, está aquí; Su Cuerpo real, vivo, glorioso, como está en el Cielo. 

          Está de modo insensible e invisible como no vemos ni sentimos la sustancia misma del pan. Jesucristo está real, vivo y glorioso en mi, dentro de mi pecho, cuando le recibo en la Sagrada Comunión. No es distinto del que está entre los Ángeles y entre los Bienaventurados del Cielo. 

          Calladamente obra en mi Su Obra como Dios y como Hombre... invisible, insensible, pero Todopoderoso. Yo creo firmemente que Jesucristo, el mismo del Cielo, está en la Sagrada Eucaristía, para que yo (decir aquí tu nombre) le recibiese, para alimento espiritual de mi alma, para darme la gracia divina y ser mi vida espiritual."(3) 


SÚPLICA

Si hacemos la Visita a Jesús Sacramentado en compañía, uno dirigirá la primera parte de las oraciones y los otros la segunda, alternando, siendo I (inicio) y R (respuesta)

          - I     Soberano Señor Sacramentado  

          - R    Sea por siempre bendito y alabado

A continuación se reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria 

Esta fórmula se repite tres veces 
-en Honor a la Santísima Trinidad- o bien, 
si se quiere emplear más tiempo, un total de cinco
 -para honrar al mismo tiempo 
las Santas Llagas de Nuestro Señor. 






"...la historia de la Iglesia
 tiene sobradamente demostrado que
 el trabajo de rodillas ante el Sagrario
 es infinitamente más fecundo que 
el trabajo de codos ante la mesa de estudio"(2)



NOTAS ACLARATORIAS

1  Sentencias del Obispo Manuel González 
San Juan María Vianney, Sermón del Jueves Santo
3 Padre Valentín de San José


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